Después de ganar la elección presidencial gracias al arrastre popular de su candidato, Andrés Manuel López Obrador, MORENA aún no concluye su proceso de integración, conformación y transformación de Movimiento a Partido político. Sabido es que al interior de Morena confluyeron importantes cuadros dirigentes y gran masa militante arrancadas del PRD, al que dejaron prácticamente sin bases partidistas; allí llegaron quienes se sintieron desplazados por “el Sistema”, los resentidos sociales; pero, también se han sumado los oportunistas que buscan medrar en cargos públicos aprovechando su condición de partido en el gobierno. Muñoz Ledo es uno de los líderes fundadores de ese Movimiento, pero marginado ya de las decisiones centrales de ese partido advierte de su posible renuncia “si si no hay transparencia en elección de los candidatos en los estados…” atribuyendo desaseos de procedimientos al coordinador general de Programas para el Desarrollo, Gabriel García Hernández, de quien dice ha tomado de hecho el lugar de Mario Delgado “a quien no hace caso”. Sería triste, dice, que Morena “se pudra en cacicazgos ocultos». Sin duda, no faltará en Morena que preferiría a Muñoz Ledo fuera, porque en las filas de ese partido es como una piedra en el zapato.