Agencias/Sociedad 3.0
Por motivos asociados a la pandemia de COVID-19 o por falta de recursos económicos, 5.2 millones de estudiantes, de entre 3 y 29 años, no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Encuesta para la Medición del Impacto Covid-19 en la Educación (ECOVID-ED) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que 2.9 millones de personas de 3 a 29 años de edad no se inscribieron al ciclo escolar 2020-2021 por falta de recursos económicos, y 2.3 millones fue por algún motivo relacionado con la pandemia.
Las principales causas fueron porque consideran que las clases a distancia son poco funcionales para el aprendizaje, con el 26.6 por ciento.
Otra causa fue que sus tutoras y tutores se quedaron sin empleo o cerró el lugar donde trabajaban, con el 25 por ciento, mientras que carece de computadora, otro dispositivo o de conexión a Internet, el 22 por ciento.
De hecho, la dependencia no había hecho pública la información sobre el impacto de la pandemia en la deserción escolar, pues en 2021 ha retrasado la actualización de la estadística educativa y tampoco ha entregado los datos solicitados vía transparencia.
De estos, 3 millones son de nivel básico (preescolar, primaria y secundaria) y 1.3 millones no se inscribió por motivos de la COVID-19 y 1.6 millones por falta de recursos económicos. Adicional a los 5.2 millones, 3.6 millones no se inscribieron porque tenían que trabajar.
Los hombres fueron los más afectados con 2.8 millones que suspendieron sus estudios: 1.5 millones por falta de recursos y 1.3 millones por la pandemia. En el caso de las mujeres fueron 2.5 millones: 1.4 millones por falta de recursos y 1.1 millón por Covid-19. Adicional a los 5.2 millones que no se inscribieron al ciclo escolar por COVID-19 y falta de recursos, 3.6 millones fueron porque tenían que trabajar.
“De los motivos de no inscripción al ciclo escolar 2020-2021 destaca la respuesta por falta de dinero o recursos, que pueden estar intensificados dado los efectos de la crisis provocada por la pandemia, aunque directamente no se haya asociado al fenómeno de la COVID-19; en la misma condición se puede asociar la respuesta: porque tenía que trabajar”, indicó el INEGI en su reporte.
Marco Fernández, profesor-investigador del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa, indicó que lo más preocupante es que no hay a la fecha por parte de la autoridad un dato público sobre el abandono escolar, pero además, la encuesta tiene una cobertura de las razones de lo que han vivido los que han estado inscritos, pero no hay una medición de las afectaciones del aprendizaje, no se sabe lo que están aprendiendo los alumnos.
Agregó que otro problema es que las personas están dejando truncos sus estudios, “tendrán un futuro sombrío porque van a tener menores posibilidad de ingreso y eso a su vez creará un problema de círculos perversos de pobreza, es decir, si empiezas a ganar menos porque no tienes estudios, las oportunidades de brindar recursos a tus hijos serán menores”.
Por ello, consideró que es necesario tener una ruta clara sobre el regreso paulatino a clases en el presente año y en los próximos, para ir compensando la pérdida de aprendizaje.
“La pandemia obligó a lanzarse abruptamente a una nueva experiencia, la falta de saber utilizar la educación a distancia ha provocado decepción, hastío de alumnos y profesores, esto ha provocado la deserción y mala calidad de la educación durante y pospandemia”, dijo Miguel González, coordinador del Centro de Estudios Financieros y de Finanzas Públicas de la UNAM.
Agregó que esto tendrá un efecto negativo en “la modernización, desarrollo económico y humano y en el futuro digital, al que aceleradamente avanzan otros países en este siglo. Es necesario, contar con las plataformas educativas e infraestructura adecuada y preparar al personal docente en los modelos educativos a distancia”.