sábado, noviembre 23, 2024

Un horizonte mexicano de claroscuros

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Se puede estar o no de acuerdo con el proyecto de nación diseñado por el presidente López Obrador, pero viendo hacia el futuro inmediato el horizonte no genera expectativas optimistas, y no solo porque los ofrecimientos del candidato ganador de la presidencia en 2018 difícilmente serán convertidos en realidad sino por las consecuencias de las obras emblemáticas de su gobierno. No se terminará con la corrupción, tampoco con la inseguridad, menos creceremos al 4 por ciento, las desigualdades no menguan su presencia, el Sector Salud no alcanzará el rango existente en Canadá o los países bajos. Por otro lado, siguen en duda los beneficios económicos que una vez concluidas acarrearán las tres obras emblemáticas del actual gobierno: Dos Bocas, porque el mundo camina en sentido contrario al uso de combustóleos fósiles, el Tren Maya, porque su rentabilidad sigue con grandes interrogantes, y el Aeropuerto de Santa Lucía todavía tendrá que pasar varias aduanas para hacerlo capitalizable. Ojalá todo eso se resolviera con una elección, pero desafortunadamente ya están fuera del alcance de la voluntad ciudadana.

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