Ahora que iniciarán las campañas por el voto en Xalapa volveremos a escuchar los añosos discursos y las ingeniosas propuestas para hacer de Xalapa una ciudad a la altura de su condición de capital política de la entidad veracruzana, de su lustrosa historia y su indudable nivel cultural. Pero ninguno podrá convencer a los xalapeños porque la decepción ha hecho presa de esta ciudadanía cansada ya de esperar por un alcalde que en sinergia con las autoridades estatales y el apoyo de sus legisladores puedan emprender la solución a sus grandes problemas estructurales: suministro de agua entubada, movilidad urbana regulación de su crecimiento urbano, infraestructura urbana, etc. Pero hasta ahora todo se ha reducido a tapar baches, remodelar calles y mercados, pintar fachadas, pues ni obras de ornato emprenden y los parques lucen en pleno abandono. Y ahora ¿quién podrá ayudarnos?