Al ex diputado Alberto Silva quedaría bien el sobrenombre de el Gran Houdini, el afamado escapista austrohúngaro de principios del siglo XX, precisamente por su habilidad para eludir la metralla judicial enderezada en su contra debido a irregulares encontradas durante su desempeño como servidor público. Siendo diputado federal gracias al fuero del que estaba investido libró la embestida del Fiscal Winckler, al menos se ignora si existen rescoldos de aquellos juicios; pero no parece haber superado la denuncia de un proveedor del ayuntamiento tuxpeño cuando Ramos Silva lo encabezó, pues un juez federal ordenó congelar una de sus cuentas bancarias por el adeudo de un millón 752 mil pesos a la empresa Remolques y Plataformas de Toluca. Pero, ahora que está de moda sacar trapitos al sol, y porque ahora Silva Ramos es candidato a alcalde de Tuxpan por el PVEM, nada extrañaría la aparición de otras cuentas sin saldar