“Las mil noches y una noche.”
Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.
El contar historias ha sido una actividad congénita al hombre, con las 27 letras del alfabeto no sólo formamos palabras con las cuales nos comunicamos, entendemos, expresamos, además, con las palabras hemos construido universos literarios maravillosos, fantásticos, por supuesto que estas palabras son producidas por la imaginación y por el permanente perfeccionamiento del lenguaje oral y escrito, una sociedad que utiliza mal el lenguaje o posee un mínimo repertorio del uso de la lengua, es una sociedad bárbara, su comunicación es inconexa, lo contrario es una sociedad lectora, allí nos encontraremos con personas que expresan claramente sus ideas, deseos, sensaciones, ilusiones, concretándonos en el terreno literario: ¿Se imagina usted un mundo sin “El Quijote” de Cervantes, sin “Gargantúa y Pantagruel” de Rabelais, o sin “Las mil y una noches” de autor anónimo?
La respuesta es no, no me lo imagino sin esas bellas e inigualables creaciones, no obstante, si me obligaran a imaginármelo me lo imaginaré como un mundo salvaje, fiero, bestial, cruel, inhumano. Vería un mundo donde un mensaje se comunica más claramente a través de una señal, porque seguramente sería más claro que hacerlo de forma oral o escrita, y, lo peor, vería un mundo donde las personas vivirían sólo para trabajar, comer, dormir, reproducirse, y volver a trabajar, y así, vivirán en esa rutina hasta que les llegue la muerte física, porque sin la magia de la cultura ya tienen la peor muerte que es la espiritual.
Por fortuna ese es un mundo terriblemente imaginado, el mundo que a nosotros nos ha tocado vivir está acompañado de imaginación, creación, y si bien el lenguaje y la cultura son productos heredados, es innegable que mediante estos instrumentos podemos entendernos, querernos, comprendernos, conocer la otredad y a uno mismo, y lo más importante, el mundo de la literatura ensancha nuestro pequeño universo personal, porque cuando ingresamos a una gran obra podremos hacer muchas cosas que en una sola vida por larga que fuera no podríamos hacer, así, viajaremos por el tiempo, dialogaremos con grandes personajes, conoceremos un sinfín de historias, leyendas, podemos hacer el amor con princesas hermosas, vivir en diferentes épocas, y aunque al salir de las lecturas el mundo real se nos hará menos dichoso, podremos decir que ya nuestra vida en general es dichosa, porque vivimos muchas vidas en una sola, y las noches de lecturas podrán ser representadas por mil noches aunque a la vez sólo sea una noche, por lo tanto, acompañemos al Maestro Mario Vargas Llosa a conocer su versión de la vida y la lectura en su obra de teatro: “Las mil noches y una noche.”
“Las mil y una noches” es una obra cumbre de la literatura universal publicada a inicios del siglo XVIII, esta clásica obra reúne gran cantidad de cuentos, anécdotas, leyendas, historias orales y escritas de la cultura árabe, persa y de la india situadas en los siglos IX al XIV. En el libro nos encontramos con cuentos mundialmente conocidos, ejemplos: “Alí Babá y los cuarenta ladrones”, “Aladino y la lámpara maravillosa”, “Simbad el marino”, el origen de los cuentos que aparecen en el libro de manera general es el siguiente:
El Rey Sahrigar descubrió que cuando él estaba ausente su mujer lo engañaba, organizaba fiestas y orgias con sus propios trabajadores, lleno de odio ordenó la ejecución de todos los traidores (incluyendo a su mujer) e implementó que diariamente desposaría a una joven virgen y al siguiente día sería asesinada, y así llevaba un año desvirgando y asesinando a bellas jóvenes, en este contexto aparecerá la emblemática Sherezada, quien es una linda joven hija del Secretario del Rey. Sherezada le pide a su padre la presente con el Rey porque desea casarse con él, el padre al inicio se opone, pero es tanta la insistencia y firmeza de su hija que no tiene otra opción más que acceder, la bellísima Sherezada llega ante el cruel e inhumano Rey.
Sahrigar observa a Sherezada, se asombra ante su belleza física, el Rey decide disfrutar su única noche con ella, la posee, se entrega apasionadamente a ella y seguramente ella a él, sin embargo, una vez satisfechas las pasiones el Rey la observa y observa, se siente intrigado y quiere saber por qué ella decidió casarse con él sabiendo que al amanecer morirá, luego entonces, él le pregunta:
“Sahrigar: Pero no es por tu belleza que te observo de esta manera. Quiero desentrañar el secreto que escondes debajo de tus formas hermosas. (Pausa.) ¿Qué te propones Sherezada? Sherezada: Daros una vida placentera. Contentar vuestros caprichos. Haceros gozar todas las noches como esta noche. (El subrayado es mío.) Sahrigar: Mientes. Sabes que serás mi esposa sólo unas horas más y que al amanecer tu cabeza rodará bajo la cimitarra del verdugo, como las de todas las muchachas que desposé a lo largo del año. Pero ellas no se casaban conmigo por su voluntad. Fueron acarreadas por mis soldados al sacrificio. Tú, en cambio, has querido ser mi esposa. ¿Por qué lo has hecho? ¿Creías que tu belleza te libraría de correr la suerte de las otras? Sherezada: (Sin inmutarse.) Ser vuestra esposa, aunque sea por una noche es el más alto honor a que puede aspirar una mujer de vuestro reino, señor. Sahrigar: Mientes otra vez. (Pausa.) Tal vez no te importe morir. Tal vez la idea de ser la esposa del Rey, aunque sea por un día, satisfaga tu vanidad y estés dispuesta a pagar ese precio. La verdad, tu empeño en casarte conmigo me intriga. Ya averiguaré la razón, la noche tiene bastantes horas para arrancarte el secreto. (Pausa.) ¿No sabias que odio a las mujeres? Sherezada: Lo sabía muy bien. (Pausa.) No sois el único rey que nos odia. Ha habido otros en la historia. No le vaya a pasar, señor, lo que le pasó al príncipe Camar Asamán, hijo de Sharamán, rey de Jalidán. Él también odiaba a las mujeres. Sahrigar: ¿Qué le pasó a ese príncipe? ¿Quién era él?”
Y a partir de este momento Sherezada contará una historia a su esposo-rey-verdugo. Cuando la mañana empieza a asomarse ella le recuerda al Rey que ha llegado la hora en que ella debe morir, pero como cada cuento que le platica la historia va quedando inconclusa, el Rey le dice que pasarán una noche más juntos para que le termine la historia, y cuando aparentemente la historia está terminando, de esa misma historia surge otra que la va ampliando y son tan atrayentes, cautivantes e irresistibles, que el Rey no puede dejar de escucharla y no tan sólo va alargando los días de la vida de su bella esposa, sino que él mediante las historias narradas va transformándose, humanizándose, en una de esas mil y una noche le dice a Sherezada: espera, tengo deseos de algo, ella le pregunta de qué, él le dice: de hacerte el amor, lo hacen y agrega:
Sahrigar: “Es cierto, mientras estoy absorbido en tus historias desaparecen mis odios y rencores y vuelvo a ser el que fui antaño. Crédulo, sano e inocente como un niño. Otra vez. Además, tengo que confesarte una cosa. Cada vez que nombras a la princesa Budur, ¿Sabes cómo se presenta en mi imaginación? Con tus mismos ojos, labios, cabellos, manos y cintura. Y con tu misma voz. (La contempla con ternura, distraído de sí mismo. Hasta que reacciona.) Espero con impaciencia que termine el día y retorne la noche para que sigas con Camar Asamán y la Princesa Budur, Sherezada.”
Esta fascinante historia la retoma Mario Vargas Llosa y la recrea en su obra de teatro contando algunos cuentos, con la característica particular que el propio Vargas Llosa actúa e ingresa como personaje en la obra y junto a la gran actriz española Aitana Sánchez Gijon, dialogan en el acto inicial y final de la pieza teatral sobre el libro, los cuentos, los personajes, la actuación, y reflexionan sobre la función de la literatura en nuestras vidas y sociedades, concluyendo el escritor peruano que gracias al poder de la literatura Sherezada pudo mantener su vida y el Rey fue transformado, es decir, dejó de ser un tirano y pasó a ser humano… esto no es poca cosa, ahí está el poder de la palabra.
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