El clímax del rechazo al candidato de Morena a la alcaldía de Coatzintla, en el norte de Veracruz, César Ulises García Vázquez, es que los militantes morenistas estuvieron pidiendo que les rotularan bardas, pero con leyendas de rechazo a lo que consideran la imposición del chapulín que apenas hace cuatro años hacía campaña a favor de Ricardo Anaya y Miguel Ángel Yunes Márquez, y atacaba, ridiculizándolos, a Andrés Manuel López Obrador y Cuitláhuac García.
Dicen los morenos coatzintecos que quienes operaron la imposición fueron José Luis Lima Franco y Esteban Ramírez Zepeta, una decisión que ellos repudian porque César Ulises y su equipo han gobernado por el PAN y ahora resultan “falsos morenistas” según dijeron los fundadores de morena, porque es gente que trabajó en la actual y en la pasada administración panista, entre ellos Rita Cruz, Telésforo Munguía, Yazmín Garrido, César Ulises, Lorena López, Bryan García Bárrales, Eder Luna entre otros funcionarios.
Bueno, váyase para atrás: estos mencionados trabajaron con la administración (panista) de Ulises, algunos trabajan en el régimen actual (panista), pero ahora dicen que están «contra el pasado», en el colmo de la desfachatez porque el pasado ¡son precisamente ellos!
Habrase visto.
César Ulises, además, es señalado como mapache electoral, ejercer compra de votos, callar a la oposición, comprar lealtades en pasquines, estar denunciado por corrupción y ser violento con las mujeres.
Lo curioso es que los inconformes morenistas no renuncian a su militancia, seguirán siendo obradoristas, pero se niegan a “dormir con el enemigo”, por lo que ejercerán voto de castigo.
Así Coatzintla.