Alienta el que Cuitláhuac García ponga el dedo en el renglón de las grúas que cotidianamente transitan por las grandes ciudades de la entidad levantando automóviles presuntamente estacionados en lugar no autorizado, abusando en no pocas ocasiones de la atribución conferida por la propia autoridad. Ofrece el gobernador poner orden en ese ya tan escandaloso asunto; ojalá lo consiga, y para empezar ordene a los responsables de la Dirección de Tránsito retiren de cada unidad el agente de tránsito que las acompaña, disque para evitar abusos, porque en realidad hacen todo lo contrario, y lo peor radica en que legitiman las arbitrariedades cometidas por no pocos encargados de esas unidades, con el agravante implícito de adjuntar un empleado público a un negocio particular. Ante esa incongruencia es importante la intervención del ejecutivo estatal, nada difícil de resolver, pero de necesaria atención porque si bien requerimos de educación víal, es innegable que se han cometido excesos con cientos de conductores en Xalapa y otras ciudades de Veracruz. ¿Qué tanto es tantito?