Los periodos de gobierno del presidente López Obrador y del gobernador Cuitláhuac García van de la mano en cuanto a su vigencia, pues ambos iniciaron sus respectivas gestiones en 2018 y la concluirán en 2024, luego entonces son realidades cuyas acciones y omisiones hemos intentado traducir lo más objetivamente posible, en la lógica de que la actitud de los medios de comunicación frente al poder debe privilegiarse el rubro de “mejor crítica que apología”. Este aserto lo establecemos con el propósito de fundamentar la posición de este espacio respecto a la noticia y acontecimientos del día, con un enfoque de imparcial criterio, siempre presto si llegare el caso al señalamiento, pues esto último es preferible al ominoso silencio de la complicidad. Sin pretensión de pontificar, lejos estamos de hacerlo y tampoco nos corresponde, consideramos que cuando la gestión pública es exitosa y sus acciones se reflejan en el bien colectivo es acreedora al reconocimiento ciudadano, sin menoscabo de solo cumplir con una obligación a cuyo cumplimiento se han comprometido. Pero en el caso de los medios, ese reconocimiento debe expresarse una vez concluido el mandato, porque de otra manera es “reconocimiento” susceptible de confundirse con lisonja interesada. Tal criterio es de vigencia permanente en este espacio, y procura no contaminarse de filias o de fobias ideológicas o políticas, pues hacerlo implica pluma militante, en vez de compromiso honesto con el lector y la verdad, así nos apegamos justamente a los lineamientos establecidos en sociedadtrespuntocero.com. Con este sinfónico compromiso iniciamos 2022, cuyo semblante lamentablemente luce sombrío porque permanecemos inmersos en la mortífera pandemia, pero así reconocerlo es prudente y preferible al irresponsable relajamiento de las precauciones. No hay de otra: prudente y sana distancia, uso de cubreboca, lavado constante de manos, vacuna para toda la población.