domingo, diciembre 22, 2024

Los amigos de Andy

Salvador García Soto

Para no tener “ninguna influencia en el gobierno” de su padre, como afirma insistentemente el mismo Presidente, Andrés Manuel López Beltrán, mejor conocido como “Andy”, tiene demasiados amigos cercanos trabajando en puestos clave de la administración pública federal.

Ha colocado en posiciones de poder a sus cuates, lo mismo compañeros de la universidad que amigos personales y militantes de su grupo político en el partido Morena de la Ciudad de México, donde López Beltrán tiene una fuerte influencia como operador en el control de nominaciones, candidaturas y posiciones.

Andy es el hijo de en medio del presidente López Obrador y es el más metido en la política. Tiene 36 años y es politólogo egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. A diferencia de sus dos hermanos, el mayor José Ramón y el menor Gonzalo, él no aceptó irse del país, como se los pidió el presidente López Obrador a sus tres hijos mayores al inicio de su mandato. Andrés Manuel Jr. decidió quedarse y jugar a un bajo perfil público, pero no por ello renunció a gravitar en el gobierno a través del impulso a varios cercanos amigos suyos que trabajan en el gabinete de su padre.

Aunque su principal actividad pública tiene que ver con la fábrica de Chocolates “Rocío”, creada por él y por sus hermanos a partir de la producción de cacao de la finca del mismo nombre en Teapa, Tabasco, donde poseen 32.5 hectáreas, que de acuerdo con una investigación de la Plataforma Conecctas, la finca Rocío ha sido beneficiada indirectamente con apoyos del programa federal “Sembrando Vida”.

Pero Andy tiene una actividad política que trasciende al ámbito empresarial, donde por cierto tampoco le ha ido mal, pues entre los clientes que le compran el chocolate Rocío está no sólo el Palacio Nacional sino también el Grupo Hotelero Vidanta, del empresario chihuahuense Daniel Chávez, cuyos hijos le dieron empleo y visa de trabajo en su despacho de abogados Kei Partners, en Houston, Texas, a su hermano mayor José Ramón López Beltrán.

Varios de sus amigos e integrantes de su grupo político fueron colocados en áreas estratégicas del gobierno federal, en donde en estos tres años han creado toda una red de influencia y operación.

Compañero de estudios en Ciencias Políticas de López Beltrán y amigo de todas sus confianzas es el subsecretario del Trabajo, Marath Baruch Bolaños López. Llegó a ese cargo en octubre de 2020 cuando fue nombrado por Luis María Alcalde en la subsecretaría de Empleo y Productividad —por instrucciones directas de Palacio Nacional— en sustitución de Horacio Duarte. Antes, Marath fue secretario particular del canciller Marcelo Ebrard.

Esos son los amigos más visibles de Andy, que ocupan posiciones importantes en la Administración Pública Federal. Además de ellos, al hijo mediano del Presidente se le relaciona con varios oficiales mayores o directores de administración de varias dependencias y secretarías.

En los últimos días, en medio de la crisis política por el presunto conflicto de interés en que se ha visto envuelto su hijo José Ramón López Beltrán, por habitar la Casa Gris de Houston, el presidente López Obrador ha defendido en varias ocasiones a sus hijos mayores y ha dicho y repetido que “se portan bien” y que “no tienen ninguna influencia en el gobierno, además de recordar que desde niños aprendieron a “resistir” porque eran espiados y acosados cuando él era dirigente opositor en Tabasco.

Pues, si en el caso de José Ramón el problema ha sido con su lujoso estilo de vida y la extraña facilidad con la que consiguió empleo y visa de trabajo como “asesor legal” en Estados Unidos, en el caso de Andy López Beltrán, está claro que, si bien no figura en ningún cargo público ni de gobierno, sí tiene una influencia real y gravita en muchas de las áreas estratégicas del gobierno a través de sus amigos más cercanos.

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