JAIRO CALIXTO ALBARRÁN
Como muchos whitexicans y distinguidos miembros del sector opositors en éxtasis que casi ni son ociosos, me preguntó cuánto me cobraría un Didi desde Timbuctú, Macondo, Yoknapatawpha o la tierra prometida de Disneylandia, hasta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Gente bonita que con justa razón se quejan amargamente de la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, solo porque sus pronósticos de que nunca se iba a terminar nomás no se cumplieron, igualito que los vaticinios posapocalípticos de la viróloga-odontópata Ximénez. Gente de bien que, casualmente, son los mismos que ni chistaron cuando no se construyó la muy inexistente refinería del expresichente Jelipillo y mi licenciado Peña. Compatriotas fifisáuricos y fake fifís que los acompañan, que con justa razón están muy molestos porque tienen demasiado mundo, sobre todo bajo, como el Lic. Morales Pechuga, que tienen la extraña fijación de que los aeropuertos parezcan una sucursal de Perisur o de Plaza Satélite. Pretty people como el propio Calderón que junto con Claudito XXX, los de la “Eh, la BOA”, la Coparmex, Brozo el Trujillo Tenebroso y los de su estirpe, fueron a llorar lágrimas negras y a tirar sus acciones al río para mirarlo cómo se hundía en el lago de Texcoco. Me dicen que los de la Nueva vieja banda TimbirINE, encabezados por mi Tatankita Córdova y Ciro Murayamasamí, no acompañaron a los deudos porque se tenían que asegurar que la muy comunista Consulta por la Revocación de Mandato se fuera directo al infierno como el Aeropuerto de Tizayuca que tampoco construyó mi licenciado Peña que, en su descargo, estaba muy ocupado con la Estafa maestra.
Personajes tan dignos como el muy humanista redactor, Pancho Martín Moreno (el que sueña con quemar vivos a todos los morenistas en el Zócalo) que en su papel de demócrata feliz, hizo un llamado a los voxistas mexicanos a que dejen las urnas vacías en la Revocación de Mandato, no vaya a ser que en un futuro aparezca un nuevo Fox o, pior aún, otro Salinas con Zedillo incluido, y el pueblo quiera revocar su mandato por manchados, fobaproístas y trácalas. No se vale. Se ve que su tuit lo garrapateó en la barra libre del fantasmagórico “Aeropuerto Felipe Calderón” con destino a los confines de ninguna parte.
No sé qué les habrán dicho amiguis del sector opositors, pero el Charles de Gaulle no está en Champs Ellysés, sino mucho más allá del Ecatepunk de París.
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