SE HA DICHO que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, destapó con mucho tiempo de anticipación a los posibles finalistas para lograr la candidatura de morena, llegado su momento, a la presidencia de la república, pero que en realidad, el tapado lo que buscaba el mandatario nacional, que su verdadero tapado fuera atacado, por cualquier razón, antes de que verdaderamente se esté en la posibilidad de decidir sobre quién de todos sus hombres de confianza pueda ser el elegido para sucederlo.
Es claro que todos los que mencionó en algún momento, no tienen todas las posibilidades a su favor, además de que se estaba haciendo con tanto tiempo de antelación que lógicamente no consideraba las circunstancias políticas que se irían presentando desde el momento de mencionarlos hasta que llegara la hora de la verdad.
López Obrador, no se apresuró como muchos creen en esto de sacar la sucesión antes de que lleguen los tiempos, sino que inteligentemente ha estado trabajando con la finalidad de mantener en secreto al verdadero personaje que será el principal protagonista de la próxima sucesión. El presidente, no quiere que su corcholata preferida, sea señalada desde ahora y con posibles consecuencias para la candidatura. Hay que tener en cuenta que el presidente busca quién pueda, con plena seguridad, darle continuidad a su proyecto político y muchos estarán de acuerdo que nadie de los mencionados, tiene esa calidad política.
El verdadero hombre de confianza, y decimos hombre, porque se trata de un hombre que colocó en el momento preciso, para irse preparando en este compromiso que viene en el dos mil veinticuatro, es alguien a quien le tiene confianza, es preparado y posee la gran virtud de ser, primero, leal, y después amigo, independientemente de la relación familiar que lo une desde hace mucho tiempo.
Ya lo comentamos en diversas ocasiones, que ninguno de los destapados tiene la posibilidad de llegar a ser el candidato de morena, menos aquellos que por alguna razón se hubieran rebelado políticamente y que el bueno de la cuarta transformación, se ha definido ya, pues tanto es así que ni suda ni se acongoja, sabiendo bien que solamente estará cumpliendo las instrucciones que dicte el mismo presidente, que lejos de todo lo que pueda decir, será quien, sin duda alguna, el elegido para sucederlo. Solamente, hay que atender a los tiempos y los momentos precisos, digamos estratégicos en los que fue llamado a incorporarse a las tareas del orden nacional.
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YA TENEMOS AEROPUERTO.
TAL Y COMO LO OFRECIÓ el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, ayer mismo quedó inaugurado el nuevo aeropuerto denominado “Felipe Ángeles”, construido por ingenieros y elementos del ejército mexicano, así como administrado, precisamente desde este momento, también por un militar. La cuestión está en que se ha cumplido con la primera de las obras con las cuales el gobierno federal se comprometió, pero que hasta ahora, no cumple, todavía con las especificaciones requeridas para ser un verdadero aeropuerto internacional, lo que seguramente se alcanzará con el tiempo, luego de que se haya comprobado la plena seguridad para operar, pues aunque los conocedores de este proyecto aseguran que se trata de una buena obra, para algunas líneas aéreas, no se da, todavía, la suficiente confianza, por lo que seguirán volando desde el aeropuerto internacional “Benito Juárez”.
Hay quienes, todavía, aseguran en este momento, que el nuevo aeropuerto es un mero capricho presidencial, pues el proyecto que fue cancelado en la zona de Texcoco, llevaba un gran avance y era calificado como una de las monumentales obras que México, tendría, sobre todo, por la ubicación y los altos estándares de seguridad y en la que, todos los organismos internacionales, relacionados con la aviación mundial, estaban prácticamente de acuerdo.
El costo del nuevo aeropuerto “Felipe Ángeles”, tuvo que asumir las enormes erogaciones de la cancelación, con lo que pudo hacerse otra obra de grandes dimensiones que le diera a este gobierno federal, la oportunidad de trascender.
La pregunta, por lo pronto, seguirá quedando en el aire, sobre cuánto se pagó, finalmente, por la cancelación del proyecto de Texcoco, que además del desmantelamiento de estructuras ya realizadas, también se tuvo que pagarse todos los contratos existentes y que también fueron objeto de cancelación.
¿Quién devolverá ese dinero a las arcas nacionales?
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LOS PRIISTAS, APURADOS.
MARLON RAMÍREZ MARÍN, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional, así como la diputada Anilú Ingram Vallines, coordinadora de la bancada tricolor, en el congreso local, andan apurados en la operación política con la finalidad de que el domingo próximo, tengan los votos que requieren para ganar las elecciones.
Ambos personajes se encuentran en el cumplimiento de su deber, tratando de lograr que la ciudadanía vuelva a fijarse en los proyectos políticos del PRI, partido que sigue teniendo enormes preferencias políticas en la entidad, gracias a que los dirigentes estatales, no han perdido el tiempo y se desvelan en el cumplimiento de sus labores. El PRI, como se sabe, es una organización política que se ha venido levantando exitosamente después de los recientes fracasos que le han servido para fortalecerse más.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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