Recuerdo perfectamente que cuando nombraron a Mikel Arriola como nuevo mandamás del panbol mexicano, 80 por ciento de los comentaristas deportivos lo elogiaban como si fuera el Niño Fidencio de la Femexfut. Curiosamente, se les olvidó el paso del priista (ya con ser del partido tricolor era como para que se hubieran encendido las alarmas) por el IMSS que fue casi tan arrasador como el de su jefe, mi licenciado Peña, por el país. O sea, Alejandra Barrales le decía “Fantasías Mikel”, ¡miii viiidooo!
Digo, está bien que a los dueños del circo no les importa tanto el deporte como sacar dinero, pero ya mero se jalan al community manager del PRIcámbrico temprano: en su afán de atraer millennials y tiktokeros reunieron los máximos logros del partido tricolor (puras maravillas, pero no incluyeron ni al Fobaproa, ni el 68 ni el 71, ni el sexenio de Salinas ni la estafa maestra ni ninguna de esas amadas herencias) entre los que destacan mi licenciado Peña como el presidente más guapo de la historia, olvidando que por dentro don Kike era más feo que Díaz Ordaz.
Lo de menos era la de hacer del futbol mexicano algo menos aburrido y sin gracia de lo que de por sí ya es, o de impedir que se siga convirtiendo en el eterno botín de las empresas y televisoras; no, la verdadera misión de Mikel Arriola era ofrecer un espectáculo más seguro para los aficionados, acabar con las barras y porras de los equipos que cada vez se iban poniendo más heavy metal. Arriola, se acaba de confirmar en el Estadio de la Corregidora, llegó para cuidar un negocio pero no a los aficionados. Pero bueno, si no ha podido desmontar el grito homofóbico de los estadios…
Si a los dueños de la Femexfut se les ocurre echar a patadas a Mikel Arriola por tibio, podrían poner a Sandy Cuevas a barrer la Federación, pero primero que aprenda a usar el instrumento o que se traiga su Nimbus 2000. O traerse al trío de calaveras nada oportunistas, Álvarez y Guasa, Madero y Martínez, no tanto para que exijan armamento para Ucrania sino para mandar hasta Kiev a las barras del Atlas, Querétaro, Tigres, Rayados y la Monumental del América pues, desde que vayan descendiendo peligrosamente por los Cárpatos, los rusos se van a echar a correr.
Ya en el sector opositors, donde casi no cunde el delirio y el alucine, andan diciendo que AMLO personalmente comenzó la trifulca, solo para quitarle protagonismo a Mikel, la Femexfut y al góber panista. No se vale.