“El Festival de la Identidad <Cumbre Tajín>, está a la altura del Festival Internacional Cervantino”, ha dicho sin ruborizarse la señora Xóchitl Arbezu quien se desempeña como titular de la Secretaría de Turismo en el gobierno de Veracruz. Festinó una ocupación hotelera del 100% en Papantla y de 95% en Poza Rica, no hizo referencia a la zona turística de la Zona Esmeralda, donde está precisamente el grueso de la infraestructura hotelera, será cuestión de esperar a la versión de los prestadores de servicios turísticos de aquella región para conocer la realidad de la afluencia turística durante los días del Festival. Pero en realidad el sector turístico veracruzano anda en pena debido a diversas causas, la pandemia es una de ellas, la crisis económica, es otra de no menor importancia, y si a ambos elementos agregamos la nula promoción turística de nuestros muy variados atractivos naturales, culturales y gastronómicos tenemos un coctel de motivos que explican las penurias de este sector tan importante para el desarrollo económico en la entidad veracruzana. Ahora, aclaramos, no estará mal comparar el Festival Tajín con el Cervantino porque desde sus orígenes fue diseñado para trascender internacionalmente, materia para hacerlo sobra, solo que establecer comparaciones a partir de la concentración masiva de personas dejando al margen elementos como la calidad del espectáculo y la esencia cultural del mismo, se antoja un desmedido despropósito