domingo, noviembre 17, 2024

Elogio de la ultraderecha francesa

Hubo un suspiro colectivo cuando se supo que Macron le había ganado la segunda vuelta electoral a Marine Le Pen, heredera de las glorias ultraderechosas de su padre que es como el cardenal Sandoval Íñiguez, Javier Lozano y Alazraki juntos, reza la leyenda. Sin embargo, me cuentan mis contactos en el Ecatepec de París que, si bien veían con cierta preocupación la posible llegada de la eterna candidata ultraconservadora, comparada con Margarita Zavala, Calderón, Claudio XXX González y Alitititititito Moreno, es prácticamente de la Liga Comunista 23 de septiembre.

Al principio pensé que era una exageración, pero luego de echarle una mirada al comportamiento del sector opositors nacional que es una cosa esplendorosa en los últimos años, queda claro que si los del kukluxPAN-PRIANChuEmecé- estuvieran en Francia ya hubiera resucitado la Resistence. Y es que ves a personajes como el ChikiliQuadri que ni en el KKK lo aceptarían por extremista (ahora que ha vuelto con sus búfalos mojados whitetrasheros, todo indica que Donald Trump es el ChikiliQuadri gringo), y además hipocritón: se la pasó acosando al “lobby trans” y encabezó una cacería de brujas pero eso sí, ahora que los castigaron impidiéndole aparecer en boletas electorales, ofreció unas disculpas tan guangas que solo pueden compararse con las de Sandra Cuevas a los policías que madreó. A ver si a don Gaby no me lo mandan a la misma terapia de control de ira a la que supuestamente acude la alcaldesa monrealista. Igual hasta podrían hacer un grupo e invitar a Fifí Téllez, Julen Rementiría, los chuchitititititos y demás muinos como el subjefe Diego, solo porque en las más recientes encuestas, tristemente, AMLO se les fue al infinito y más allá, no se vale.

Ya nos gustaría ver en México una ultraderecha como la de Le Pen que por lo menos tiene una visión nacionalista y no quiere regalarle todo a la Iberdrola gala. A lo mejor la tachan de facha, pero no de traidora a la patria. O de reticente temerosa al debate como nuestros grandes ecologistas de ocasión como Eugenio Derbez que, justo cuando tenían la oportunidad de defender su punto contra el Tren Maya en la Mañanera para demostrar que su lucha era justa y necesaria, se echaron de reversa, mami.

Digo, podrá parecernos una terrible personita la señora Le Pen, de hecho lo es, pero por lo menos no se prestaría a frivolizarlo como los primeros tiktokeros de Fosfoleón, que todo lo que tocan lo banalizan.

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