Vamos a aceptar la más optimista cifra dada por AMLO y Morena de más de 18% de participación ciudadana en la consulta de revo-ratificación de ayer domingo. Digamos en números cerrados que de los 95 millones 376,708 electores posibles, fueron 17 millones los mexicanos los que acudieron a las urnas a revocar o ratificar al presidente López Obrador.
En el ejercicio del vaso medio vacío o medio lleno, pensemos que tenemos un recipiente de un litro que mide diez centímetros de alto y entonces tendríamos que el líquido de la participación llenaría apenas un centímetro y 7 milímetros. En verdad que habría que derrochar optimismo para decir que el vaso está casi o medio lleno.
Optimismo como el que enseñó anoche el presidente nacional de Morena, Mario Delgado (¡Ay, Marito! ¡Ay, Marito! ¡Mejor salte!), quien se aventó la puntada de decir que Andrés Manuel había tenido 30 millones de votos en 2018 y que ahora había conseguido nada más la mitad de ellos, pero con sólo un tercio de las casillas. Son ganas de arrebatar como sea, y querer hacer un triunfo en donde no lo hubo.
Todo el aparato de los tres niveles de gobierno en los que tiene control Morena, miles de millones gastados en publicidad y promoción que nadie sabe de dónde salieron, las leyes electorales violadas a mansalva por funcionarios de todos los niveles (empezando por el propio Presidente de la República, por el Secretario de Gobernación, por la Jefa de Gobierno de la CdMx, por el Secretario de Hacienda…), acarreos ilegales, presiones inmorales a empleados y muchas artimañas más fueron la salsa que aderezó la mapachería del domingo 10, y ni así pudieron conseguir un buen número de votantes.
Esos 17 millones parecen ser en este momento el tope de votación con el que Morena irá a la elección de 2024, y hay que tomar en cuenta que de aquí a esa fecha todavía tendrá un desgaste adicional por la forma en que están gobernando el Patriarca y sus gobernadores y sus presidentes municipales (con la sola excepción de Ricardo Ahued Bardahuil en Xalapa, que se mantiene capaz, sencillo y cerca del pueblo).
Hoy seguramente el mesías tropical ya habrá salido en su mañanera a seguir con sus triunfalismos y a decir que el pueblo de México se volcó a las urnas, que los conservadores no pudieron acallar el entusiasmo y que el INE tampoco pudo boicotear la consulta.
El jefe de la 4T nos tratará de convencer y se tratará de engañar él mismo con la ilusión de que el pueblo bueno y honrado lo sigue queriendo, aunque lo cierto es que 78 millones de mexicanos prefirieron quedarse en sus casas y hacerle el fuchi a su carísima revo-ratificación de mandato.
Bueno, sé que va a decir o ya dijo muchas cosas más, pero:
Desde que se inventaron los pretextos…