Si el de la Revocación de Mandato fue un proceso plagado de irregularidades lo decidirá en plena conciencia cada uno de los ciudadanos de este país, obviamente aquellos ciudadanos conscientes del acontecer sociopolítico de éste país, al margen de fobias y de filias, lo cual, por cierto, es sumamente difícil de concebir porque en política más que las reflexiones dominan las pasiones; más aún cuando a estas las avivan pruritos ideológicos en medio del encono característico de los actuales tiempos. Conocidos ya los resultados del proceso revocatorio y vistas las irregularidades cometidas por diversos actores políticos, queda por ver cuál será el resultado de los juicios de inconformidad para anular ese proceso, o los recursos de apelación y las acusaciones contra quienes incurrieron en delitos electorales, algunos en plena flagrancia como pudiera ser el caso del dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien motu proprio exhibió fotografías donde ofrece su vehículo para llevar a votar a quien lo solicite. Corresponde a la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales realizar las averiguaciones de este y otros casos. El tema dará de qué hablar porque al parecer en este país los problemas estructurales pasan a segundo término en privilegio de la enconada pugna entre el oficialismo y “los conservadores” que le hacen oposición.