domingo, noviembre 17, 2024

Ven, iberdolízame otra vez

Política Cero

Jairo Calixto Albarrán

La lucha del bien contra el mal tiene un nuevo episodio: el sector opositors en su incansable lucha contra el comunismo primitivo, se enfrenta a la muy malvada Dictadura Macuspánica que está decidida a acabar, tristemente, con las muy humanitarias y solidarias compañías del ramo energético que a lo único que aspiran es a iberdrolizar la electricidad en México, para que los mexicanos podamos gozar de las maravillas de pagar recibos de chorromil euros como ocurre en la España que huele a Vox, tabaco y brea. Nada más emocionante que ver a nuestros líderes derechairos, fifisáuricos y wannafifís que los acompañan, abandonar sus zonas de confort en Polanquito para lanzarse a San Lázaro a dar la batalla final con una piyamada-aquelarre para impedir que la luz sea para un pueblo que solo la quiere para los foquitos de Navidad.

Lo que sí me pareció hasta provisto de cierta vulgaridad fue la manera en que los opositores se aparecieron a media noche en el Palacio Legislativo, sin clase ni estilo: los priistas bajando de un Flecha amarilla rindiéndole un antihomenaje en cámara lenta a los Monsters Inc con sus maletitas Samsonite de rueditas. Acostumbrados a ver a los del PRIcámbrico temprano quisieron darse un falso baño de humildad cuando lo suyo, suyito, de ellos son los camionetones y los guaruras por docena. Y qué decir de Acción Nacional, que ya empezaron mal dejándole el liderazgo a dos cartuchazos quemados como Margarititititititita Zavala y Santi Creel que es más aburrido que Anaya, y que para pasar la noche en su curul llevaban hasta sus colchas Vianey, por dios, ¿a dónde se fue el glamur? El colmo fue ver la llegada de los perredistas que, de plano, no parecía que fueran a defender la democracia sino que iban llegando a Tepetongo a Tepetonguear. Y como si no fuera suficiente, los Chuchos que son unos grandes estrategas, mandaron a las cuarenta y cinco personas que componen sus fuerzas vivas a dar una vuelta olímpica al Zócalo con un estilo más propio del Carnaval de Veracruz que de una manifestación política. Les digo, por culpa de Zambrano, Acosta Naranjo y el otro Chucho del que nadie se acuerda, a los que de tan aburguesados que están, ya se les olvidó el lucha lucha lucha, no dejes de luchar.

Digo, la escasa fanaticada, incluyendo Claudio XXX y Paolo Salerno con su piyama de Topo Gigio, debe estar perpleja viendo tanto desfiguro preguntándose con justificada angustia: ¿Adónde se fue el glamur?

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