domingo, diciembre 22, 2024

La Cumbre de Maltrátalos

Jairo Calixto Albarrán

Tiene mucha razón mi Manolito Clouthier, ese notable junior, cuando afirma que si tú organizas una fiesta tienes derecho a invitar a quien quieras y a no invitar a quien tú no quieres que vaya, y que nadie tiene el derecho a decir que no aceptará tu invitación si no invitas a quien no quieres invitar. Sobre todo tendría razón si la Cumbre de las Américas fuera una fiesta privada en casa de Claudio XXX (bueno, en el jardín, ya sabemos que nunca dejaría entrar al naquerío a su palacete de Las Lomas) y no una reunión que tendría que ser de todos los países del continente para hablar y debatir sobre los temas comunes y no solamente de las naciones afines a Darth Bidenious y a Jorge Ramos, su Darth Maul periodístico en spanish.

Parece que a Manolito se le olvidó que su padre, el gran Maquío, se tuvo que reunir con un montón de impresentables, traidores y abusivos panistas (sin contar el montón de impresentables, traidores y abusivos priistas con los que se tuvo que sentar) porque había un interés superior al de su ego. Bueno, hasta Churchill y Roosevelt se tuvieron que juntar con Stalin, al que odiaban a profundidad, para darle crank al eje Berlín-Roma-Tokio. 

Es una Cumbre internacional y no la Feria de Texcoco ni una fiesta temática infantil donde todos tienen que ir disfrazados de los Avengers. Bueno, hasta en una junta de condóminos tienes que convocar hasta a los vecinos que te caen gordos porque no son del KukluxPAN ni defienden a Alitititititito Moreno ni creen que el ex presichente Jelipillo es el nuevo Niño Fidencio. Bueno, donde vivo somos tan incluyentes que incluso convocamos hasta los que votaron por Fox.

O sea, cómo vas a encontrar acuerdos con tus adversarios si te pones sectario. O sea, una Cumbre no es una pool party donde a fuerza se tienen que oír puras de Bad Bunny, ni un antro VIP donde se reservan el derecho de admisión.

A juzgar por los tuits emitidos por distinguidos representantes del periodismo ceñido al sector opositors, cualquiera diría que solo los americanistas deberían ir a esa Cumbre que parece la de Maltrátalos.

Están como esos intelectuales que se quejaron amargamente ante la posibilidad de que médicos cubanos vengan a hacer lo que los médicos mexicanos no quieren hacer: treparse al cerro, extraviarse en el México profundo, pues prefieren quedarse en el 20 de Noviembre o en Médica Sur.  

Manolito Clouthier piensa y actúa como cadenero en el Daddy’O, perdón, el Baby’O.

Jairo Calixto Albarrán

jairo.calixto@milenio.com

@jairocalixto

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