EL GOBERNADOR del Estado, Cuitláhuac García Jiménez, se enreda en sus recientes declaraciones con relación a la desaparición de la joven madre Viridiana Moreno. Se auto incrimina al expresar que no estaba desaparecida, sino resguardada, es decir, dejó la idea, clara y precisa, de que sabía dónde se encontraba y en las condiciones en que la tenían, e incluso, no abundó más porque se trataba de un asunto delicado.
La fiscalía, por su parte, no dice nada y presenta, casi al mismo tiempo, evidencias de un cuerpo encontrado en playas de Chachalacas, del que asegura pertenece a Viridiana, lo que rechaza la familia, porque no encuentran pruebas suficientes de que así sea.
La búsqueda, hasta el momento, continúa, porque existen muchas dudas al respecto y eso involucra directamente a quien, supuestamente, manda en Veracruz, pues a la fecha no hay explicación alguna sobre sus declaraciones, las que, de alguna manera, han complicado este asunto que ya dio, eso sí, la vuelta al territorio nacional e incluso, a nivel internacional.
El caso se vuelve desesperado, tanto para familias como para autoridades y vale más que las investigaciones tengan datos más seguros y precisos y se pueda definir lo que pasó, porque además de haber trascendido a niveles muy altos, ya la misma legislatura local está previendo una comparecencia de la Fiscal del Estado, lo que podría ampliarse, incluso, al mismo mandatario estatal, para qué ante los legisladores de todas las corrientes políticas, informen claramente acerca de los hechos.
Todo esto que está sucediendo en torno a la inseguridad de los veracruzanos, da como resultado que sean los mismos ciudadanos de esta entidad, quienes pregunten con toda razón: ¿Qué pasa en Veracruz?
Las respuestas, lógicamente, no llegan, porque oficialmente no se tienen elementos suficientes para dar satisfactoria explicación. Mientras tanto, la inseguridad se vuelve un manto oscuro que amenaza cotidianamente a todos los veracruzanos, en general, sin que haya acciones, verdaderamente válidas que garanticen la paz y la tranquilidad.
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PAN VERACRUZ, UN ALTO RETO POLÍTICO.
LA NUEVA DIRIGENCIA, por así decirlo, se encuentra en el más complicado trabajo político, después de su ratificación. El dirigente estatal Federico Salomón Molina, se verá obligado a sacrificar algunas de las comodidades políticas que tiene con un determinado grupo y comenzar a cerrar las heridas que aún se encuentran abiertas después de la reestructuración interna. En este sentido, no puede desaprovechar el momento oportuno para lograr, de alguna manera, la unidad política, pues es claro que las corrientes políticas internas no se encuentran del todo satisfechas con los finales resultados. Sin embargo, son tiempos de recuperación, aunque este reto signifique alejarse, de momento, de quienes son señalados como los que manejan la política del grupo ganador.
El PAN, necesita unificarse y fortalecerse ante el debido compromiso de participar activamente en la coalición política con los demás partidos de la oposición, porque de esta manera tendrá, sin duda alguna, la oportunidad de poder, incluso, proponer lo que se crea más conveniente para poder entrar de lleno en la definición del candidato que los representará como unidad política frente al movimiento político en el poder.
Hasta hace unos días, esta organización política no tenía oportunidad de ser parte de la coalición con la fuerza necesaria, dejando que fuera el PRI, principalmente, quien cargara con toda la responsabilidad política en la conformación solidaria de la coalición. Al resolver su situación política, el panismo, se levanta y se pone, nuevamente, a las ordenes del acuerdo general de la oposición.
Viene, pues, lo más interesante de estos acuerdos generales de unidad política entre el PRI, el PRD y finalmente este partido. Se trata de llevar a un candidato ganador, con perfil adecuado y con alta presencia en el escenario político estatal.
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AHUED, MIENTRAS TANTO, CON EL BAT AL HOMBRO.
AUNQUE YA SE HAN dado lineamientos políticos, en cierta manera, imprecisos, de lo que pudiera suceder en la definición última con respecto a la sucesión gubernamental, para el dos mil veinticuatro, quienes han sido mencionados como parte de la lista aspiracional de Morena, no pierden la esperanza de que tales circunstancias cambien y que pueda volver a pensarse en una solución estrictamente interna del movimiento político en el poder.
Y en ese sentido, nadie debe perder de vista a los principales perfiles políticos que se han venido mencionando, es decir, Rocío Nahle García, Sergio Gutiérrez Luna, y finalmente, Ricardo Ahued Bardahuill, independiente, se insiste, de la solución que se tome en el altiplano, donde se está considerando un importante viraje en la vida política de Veracruz.
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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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