martes, noviembre 5, 2024

Y salió libre…

A pesar de la intensa campaña en contra de Rusia; y especialmente en contra de su Presidente, la verdad va saliendo a relucir poco a poco.  Y a resultas; que los malos de la película no son los rusos.  ¡Sorprendentemente! -lo de sorprendentemente pretende ser irónico- son los mismos de siempre…

Los que, en aras de una democracia que ni ellos practican, han invadido naciones para saquear sus riquezas.  Los mismos que han bombardeado impunemente ciudades; y que luego se dicen víctimas de atentados terroristas, que, sospechosamente, los mal pensados opinan que son auto-atentados para justificar sus invasiones…

Las guerras, amables lectores, son por dinero.  Todas, desde la primera que hubo, hasta las que en este momento se están llevando a cabo, son, han sido y serán, por dinero.  Y los primeros beneficiados, son los que manejan el dinero.  Elemental, le diría el legendario detective a su asistente.  Pero es así de claro…

Sin embargo, como los rusos van a ser los que liberen en definitiva a la región de Donbass y acabarán anexándola a la Federación; y la historia la escribe siempre el vencedor.  Con su lógica tendencia, pero se sabrán y se documentarán todas las cochinadas de EE.UU. y de la OTAN, que además son propias de todas las guerras…

Y se sabrá también de los laboratorios biológicos que EE.UU. tiene por varias partes de Europa y de los experimentos encausados a las guerras bacteriológicas.  Pero por el momento, el lavado de cerebro en contra de Rusia está grueso…

Hace un rato me llamó un viejo amigo, de esos que se conservan desde hace más de 50 años, y me decía, quejándose de la situación, que ya mejor que los gringos no invadan.  No General, le respondí.  Si a esas vamos, mejor los rusos…

Cómo crees.  El comunismo es terrible y Putin es un dictador.  ¡Ah! qué mí General; y quien te ha dicho que Rusia es comunista.  Además, si de dictadores a dictadores vamos, yo tengo mi gallo.  No me vas a decir que el de aquí no lo es…

El año pasado estuve en Rusia, continuando con la plática -no me dijo dónde, ni yo le pregunté- y vieras en qué condiciones vive la gente.  Tampoco me dijo dónde se metió, ni yo le pregunté.  En veces que el silencio es elocuente…

Pero como que es un poco raro que la gente vaya de viaje a una ciudad y se dedique a conocer los barrios bajos, más bien, cómo que vas a conocer lo bonito.  Quién sabe qué andaría buscando ¿verdad?…

Pero como hablar con un fanático -mi General hoy es capitalista y guadalupano por añadidura; así que ya sabrán mis tres amables lectores- es punto menos que perder el tiempo.  Tenía que cortar por lo sano.  Pero había que cambiar el tema hacia algo que no tuviera discusión y no se molestara por no escuchar sus argumentos anticomunistas, anti-rusos y pro-yanquis…

Si le decía.  Si quieres yo te llevo aquí para que veas cómo vive la gente, era tanto como seguir en su rollo de que en EE.UU. el nivel de vida es mejor; cuando los barrios bajos de por allá no son nada bonitos.  Sus hijos viven allá, pero sin fifís…

Así que de sopetón le dije: Pero las rusas son muy bonitas, General.  Sabía cuál sería su respuesta, les digo que nos conocemos hace más de 50 años; y acerté.  ¡Eso sí! me dijo; muy bonitas.  Ya ves, te viste mal General, te hubieras traído una.  Y nos despedimos enviándonos abrazos y parabienes; porque las bendiciones se ganan, no se envían.

Ya de salida…

Doña Mónica Rangel, ex secretaria de Salud de SLP, y ex candidata de Morena a la gubernatura, acusada de delincuencia organizada y abuso de la función pública; para no seguir el engorroso procedimiento y continuar detenida, se declaró culpable, pagó 22 millones 42 mil pesos, más otros 83 mil de algunas otras cosillas, y salió en libertad.  

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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