El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el acuerdo votado ayer por el Congreso que restringe mínimamente el acceso a las armas, dándole así rango de ley, y dijo esperar que permita salvar muchas vidas.
“Con permiso de Dios, esto ayudará a que se salven muchas vidas”, dijo Biden justo después de firmar el documento, y también tuvo palabras para las familias de las víctimas de violencia con armas de fuego, a quienes reconoció haber guiado el camino.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó un acuerdo histórico, aunque de mínimos, entre demócratas y republicanos para reforzar el control de las armas de fuego tras los últimos tiroteos masivos ocurridos en este país.
El acuerdo ya había sido aprobado el jueves por la noche por el Senado, un mes de la matanza de Uvalde (Texas), donde un joven irrumpió en una escuela de primaria y mató con un rifle semiautomático a 19 niños y dos profesoras.
La ley incluye una revisión del proceso de compra de armas para los menores de 21 años y extiende a todo el país las llamadas leyes de “alerta de peligro” (“Red Flag”), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.
Además, busca acabar con lo que se conoce como “el vacío legal del novio”, por el que hasta ahora si alguien es acusado de violencia doméstica sin estar casado, se le permite seguir teniendo armas en propiedad, algo que no ocurre en el caso de las personas casadas.
Al margen de restringir ligeramente el acceso a las armas a determinadas personas y en según qué circunstancias, el acuerdo entre demócratas y republicanos incluye más fondos para recursos de salud mental y para reforzar la seguridad en las escuelas, dos aspectos en los que insisten los defensores de las armas cada vez que hay un tiroteo en Estados Unidos.
El suceso de Uvalde del pasado 24 de mayo estuvo precedido por otro tiroteo masivo en un supermercado de Búfalo (Nueva York), esta vez por motivos racistas, en el que un joven blanco asesinó a 10 personas.
Nada más producirse la matanza de Uvalde comenzaron las negociaciones que han llevado a este proyecto, que fueron encabezadas por el senador demócrata Chris Murphy y el republicano John Cornyn, con el apoyo de los líderes de ambos partidos en el Congreso.
La aprobación definitiva en el Congreso se produce un día después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos, de mayoría conservadora, ampliara el derecho a portar armas al avalar que se puedan llevar en público.