martes, noviembre 5, 2024

Hallan en Chapultepec vestigios de más de tres mil años de antigüedad

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Información de Agencias y El Heraldo

El bosque de Chapultepec es mucho más antiguo de lo que se creía, según demuestran hallazgos de objetos arqueológicos, donde se encontraron figurillas humanas y de animales hechas con cerámica a menos de un metro de la superficie

Muy cerca de la fuente de Xochipilli y de la avenida de los Compositores, en la Segunda Sección del Bosque Chapultepec, arqueólogos mexicanos han localizado una capa de materiales prehispánicos, compuesta en su mayoría por restos cerámicos de vasijas y figurillas de formas humanas.

De acuerdo con los especialistas, los vestigios permiten inscribir al Bosque de Chapultepec entre los sitios más añejos de la Cuenca de México con más de tres mil años de antigüedad, cifra que duplica la temporalidad que se había asignado al espacio hasta ahora.

Según el reporte del INAH, la capa de materiales se ubica a 700 metros de donde se encontró, en 2018, un caserío contemporáneo al auge de Teotihuacan. Aquel descubrimiento de viviendas ocupadas mil 500 años atrás, entre 225 y 550 d.C., representó por cuatro años la ocupación más temprana del Bosque de Chapultepec.

Restos cerámicos de vasijas. Foto: Especial.

La coordinadora del salvamento arqueológico, María de Lourdes López Camacho, detalló que la tipología cerámica encontrada en el lugar corresponde al periodo Preclásico Medio (1200-600 a.C.). Los materiales se concentraron en un área aproximada de 38 por 24 metros, de la cual solo se excavó 16%, una proporción modesta, pero trascendental en su contenido.

“Son las evidencias más antiguas encontradas, hasta el momento, en el Bosque de Chapultepec. Es sorprendente pensar cuántas generaciones debieron pasar por aquí en más de tres mil años y cómo, a pesar de los cambios en el entorno, estos testimonios se mantuvieron ocultos, solo a un metro por debajo de nuestros pies”, señaló la arqueóloga.

“Chapultepec no figuraba en el mapa del periodo preclásico o formativo de la Cuenca de México donde, hacia 1200 a.C. aparecieron asentamientos preurbanos con mayor jerarquía, de los cuales se conocen Tlapacoya-Zohapilco, Tlatilco, Coapexco y un sitio que, probablemente, está bajo la lava del Pedregal, localizados hacia el sureste del Estado de México, al noroeste y sur de la Ciudad de México, no tan al poniente de la cuenca”, sostiene la directora del proyecto “Cerro, Bosque y Castillo de Chapultepec”.

Hallazgo histórico

La capa de materiales incluye pedazos de platos con diversos esgrafiados y bordes semejantes a los del sitio Zacatenco, decenas de rostros y figurillas zoomorfas y antropomorfas, de las que sobresalen representaciones femeninas de “piernas regordetas” y de enanos. Todos han sido resguardados en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec, donde el proyecto de salvamento arqueológico tiene su laboratorio.

La “joya de la corona” es una vasija miniatura que aún contiene restos de cinabrio, mineral que se utilizó para pigmentar otros objetos, pero también se localizaron puntas de flecha, malacates, atavíos, un punzón hecho en hueso de venado, diminutas puntas aserradas y herramientas de sílex, jadeíta, pizarra y pedernal.

La capa de materiales se ubica a 700 metros de donde se encontró. Foto: Especial.

La concentración de materiales fue localizada sin muestras de perturbación: “Se hallaron dispuestos en forma de un piso de cerámica, ya que todos estos objetos fueron rotos de forma intencional y expuestos al fuego, como lo revelan manchas en buena parte de los fragmentos y en piezas completas con las que contamos”, describe López Camacho.

El hallazgo deriva de los proyectos arqueológicos que el Instituto Nacional de Antropología e Historia realiza como parte del proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura, sobre todo de los desarrollados en la segunda sección, donde se establecerá el Centro de Cultura Ambiental (CCA).

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