Agencias/Sociedad 3.0
En Irán, cientos de personas continúan las manifestaciones y ahora han adoptado una nueva y simbólica forma de queja: mujeres que se cortan el pelo y queman sus velos.
Un activismo que está haciéndose viral en redes y que tiene como objetivo protestar contra el conservador Gobierno de Irán y recordar a la joven Mahsa Amini, por cuya muerte ha empezado toda esta pequeña gran revolución.
La gente sale a las calles de Iran exigiendo sus derechos bajo lemas como «Justicia, libertad y no al hiyab obligatorio» y «Mujeres, vida, libertad».
El pasado viernes 16 de septiembre, se conoció el fallecimiento de Amini, de 22 años, que había sido detenida el martes anterior en Teherán por la llamada ‘Policía de la Moral’ por llevar mal puesto su velo.
La policía de la moral es una unidad encargada de vigilar el uso correcto del velo musulmán, obligatorio en el país, y en general de supervisar el respeto del estricto código de vestimenta impuesto a las mujeres iraníes.
La joven falleció en el hospital Kasra, en el centro de Teherán, a causa de un infarto y un coma en el que entró en la comisaría adonde la habían llevado.
La policía ha dicho que Amini se enfermó mientras esperaba con otras mujeres detenidas por la policía moral, pero su padre ha dicho repetidamente que su hija no tenía problemas de salud y agregó que había sufrido moretones en las piernas. Responsabilizó fervientemente a la policía por su muerte.
El jefe de la Policía definió la muerte como «un incidente desafortunado» y dijo que era falso que se golpeara o maltratara a la joven bajo custodia policial. Según su versión, «no hubo contacto físico» entre los policías y Amini, pero otros testigos aseguran que escucharon gritos y que la golpearon.
Según militantes, Amini recibió un golpe mortal en la cabeza, pero las autoridades iraníes lo desmintieron y anunciaron la apertura de una investigación.
Las manifestaciones comenzaron inmediatamente después del anuncio de su fallecimiento, sobre todo en la provincia del Kurdistán, de donde era originaria Amini pero ya se extendieron a 15 ciudades en todo Irán.
Varias personas han muerto, según los grupos de derechos humanos a manos de las fuerzas de seguridad, que usaron porras, gases lacrimógenos y cañones de agua. Se habla de al menos nueve muertos, 80 heridos y cientos de personas detenidas.
Decenas de videos en redes sociales, muestran las distintas manifestaciones en Iran, en este video se observa que las mujeres se quitaron el velo para protestar en el funeral de Mahsa Amini.
Las protestas adquirieron una nueva dimensión y muy pronto se empezaron a ver en ellas no solo mujeres sin el velo sino también cortándose el pelo y quemando el hiyab en hogueras callejeras.
Se trata de un enorme desafío a la política ultraconservadora del Gobierno iraní, que en los últimos tiempos ha recalcado que las mujeres deben cumplir con las estrictas normas de vestimenta.
El velo es una prenda obligatoria desde 1979, cuando triunfó la revolución islámica del Ayatollah Jomeini, quien declaró que, sin él, las mujeres estaban «desnudas» y que solamente con conseguir cubrir su cabello, «la revolución ya era un éxito».
Desde entonces, las mujeres están obligadas por ley a llevarlo y, si no lo hacen (o si lo hacen ‘mal’, como en el caso de Amini), se enfrentan a detenciones, multas y encarcelamientos.
Por ello, quitárselo, quemarlo y cortarse el pelo (las mujeres, también según la tradición musulmana, deben llevarlo largo) es una verdadera revolución, un cántico a la libertad y un desafío a la autoridad, un acto de activismo que ha llegado a las redes sociales bajo el hashtag #No2Hijab.
Ya en 2014, muchas mujeres iraníes se sumaron a una campaña de protesta en internet que, bajo el título ‘Mi libertad sigilosa’, les animaba a compartir fotos y vídeos en las que desobedecían las leyes del hiyab.
La muerte de Amini llega en un momento especialmente delicado para la ‘relación’ entre las mujeres iraníes y los guardianes de la moral, porque están saliendo a la luz informes sobre actos represivos contra ellas si no cumplen las leyes, como prohibirlas que entren a oficinas del gobierno o bancos.
Además, se han filtrado vídeos en redes sociales en los que, aparentemente, se ve a policías llevándose a mujeres a la fuerza o arrastrándolas por el suelo.