“Yo soy mexicano; cantaba El Charro Cantor, Jorge Negrete (1911 – 1953) y a orgullo lo tengo”. Pero ya no puedo hacerle segunda a mí siempre admirado paisano. El Congreso que tenemos, la imagen que dan de la Patria ante el mundo, es de vergüenza…
Y no quiero comentar nada de su “nueva” adquisición, porque tendría que salir corriendo a tomar una dreamamina, porque dan náuseas, dan asco. Ya me imagino a Alberto Cortez llevándole serenata a esa cosa…
Y que esa cosa se asomara al balcón y le cantara “no soy de aquí, ni soy de allá”…
¡Qué es esto? ¿Este es el México que queremos? Nunca pensé en renunciar a mi nacionalidad; pues como decía François-Marie Arouet, conocido como Voltaire (1694 – 1778) “Debemos amar a nuestro país, aunque nos trate injustamente”. Pero estos ya se pasan…
Cómo puede dar orgullo tener estos representantes -en la cámara Baja y la Alta- pues para lo que hacen, debieran los dos de estar en el sótano. Son una cuerda de enfermos de odio, de envidia, de poder….
Insultándose los unos a los otros y acusándose de lo mismo; porque todos son iguales. Y tan son iguales, en el sentido de que todos tienen larga cola que les pisen; que reculan apenas les sacan la tarjeta roja; ahí está Mancera…
Tan larga tienen la cola, que si Dalí (1904 – 1989) la pintara, comenzaría en el recinto, cruzaría el atrio y llegaría hasta la estación del Metro de la CDMX…
Por cierto, que si la tragedia de la L-12 no tumbó a la insufrible consentida del Presidente para sucederlo, la Guacamaya la va a poner a tambalear, pues es la única que ignora, que la Ciudad que gobierna está hasta el tope de drogas y cárteles; y que ahí van a salir raspados casi todos, por acción o por omisión…
Como ya saben quién, que también va a salir raspado, si no es que revolcado; el que se dice juarista. Como aceptó cierto lo que se dio a conocer de su enfermedad. En el futuro, sí que le va a costar trabajo que le crean que otras cosas no son ciertas, solo porque él tiene otros datos. Bueno, supongo que de aquí en adelante le va a costar trabajo que le crean algo…
Lo que es lógico, pues los enfermos piensan como enfermos y actúan como enfermos; sin proponer nada positivo. Ahí están los abrazos y la sesuda propuesta mundial para la Paz -y luego dicen que yo exagero-…
El caso es que en el vergonzante Congreso que, a cómo vamos, le pueden también llamar Congal, sus integrantes solo saben mentir y criticar y prometer y hacer negocios…
Por lo que estoy pensando, que en una vuelta que me dé por la CDMX, voy a pasar a la Embajada Rusa para ver cuáles son los requisitos para convertirse en ciudadano de la Federación…
Sobre todo, ahora que parece que Putin está de buenas firmando adhesiones. Y eso de estar frontera con Biden, podría considerarse sería muy propio y atractivo…
Todo esto, ante la imposibilidad de que Putin aceptara invadirnos y luego anexarnos. Para que acabara de una buena vez, no solo con los delincuentes, sino también con la propaganda y el proselitismo de los arcoíris; porque aquí, ya de plano nos invadieron…
Sin soslayar las palabras del Primer Presidente de los EE.UU. George Washington (1732 – 1799) “Cuando un pueblo sea incapaz de gobernarse a sí mismo y está en condiciones de someterse a un amo, poco importa de dónde proceda este”.
Hace unos días comenté que la cercanía de los Planetas determinaba en mucho la situación de todos los seres vivos en La Tierra. Hablando de la cercanía de Júpiter para los romanos y Zeus para los griegos, que en estos días anda cerca…
Y, para no variar, un buen de mis tres amables lectores, me dijo que estaba mal. Que los humanos, con nuestros actos, somos los que determinamos nuestro futuro. Que nada tienen que ver los Planetas…
Pero lo dicen, porque no se han dado cuenta de que La Luna determina las cosechas, las mareas y hasta los partos. Y que Júpiter es no sé cuántos millones de veces es más grande que La Tierra. Por lo que, al alinearse con el Sol y con Saturno, el otro gran Planeta del Sistema, ejercen una influencia que por sí misma actúa…
Solo hay que ver lo que nos trajo el paso de Marte, el Dios de la Guerra; lo que también comenté que pasaría. Aunque hay que reconocer, que eso de predecir las guerras es de lo más fácil; pues ha sido la constante de los seres humanos desde siempre…
El caso es que, basado en los movimientos de los Astros -que no los calculo yo, ni es mí oficio, ni a eso me dedico, de hecho, apenas si le entiendo- solo me entero de dónde andan y lo relaciono con las mitologías de todos lados…
Pues curiosamente, en sus idiomas, pero todas hablan de lo mismo. Igual en Oriente que en Occidente, en el Norte o en el Sur. Para empezar, todas se dirigen al Sol como el Dios dador de vida. Y a La Luna por su poder sobre todo lo femenino y el ecosistema…
El caso es, que comenté, que antes de que terminara el año, veríamos cosas sorprendentes; pero nuevamente, como no le sé muy bien a las matemáticas, me volví a equivocar y ya están pasando…
Lo bueno, para no quedar tan mal, es que la estela de los escándalos se prolongará hasta diciembre, y tal vez más; pues, así como cuando pasa un avión deja una estela de viento. Pues imagínense al Sol, Júpiter y Saturno, que para Ellos La Tierra es poco más que minúscula, la zarandeada que nos van a dar. Todavía peor a la que ya nos está dado el amigo Guacamayo…
Pero ya que hablamos de Parlamentos y sorpresas, el tan laureado y codiciado Premio Nobel de la Paz, que se entrega en Estocolmo, desde el Parlamento europeo han propuesto que se le otorgue a Zelensky, el Presidente de Ucrania; lo que en el fondo no está nada mal, aunque el Presidente López Obrador lo haya criticado…
Porque si vemos a quienes les ha sido concedido, encontraremos nombres de asesinos que han ordenado guerras y matanzas; y por ahí está Obama. Y si a eso le agregamos, que a quien fue nominado para recibirlo no sé cuántas veces, nunca se lo dieron; al Alma Grande, al Mahatma, Gandhi (1869 – 1948)…
Se puede concluir que ese codiciado Premio, de no ser por el efectivo y la fama que conlleva, es también una vergüenza. Pues en 75 años, a los EE.UU. se le ha entregado 12 veces.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida…