Ya lo hemos comentado, pero vale repetirlo: desde el Palacio Federal se lanzan temas cuyo propósito central consiste en desviar la atención respecto de asuntos realmente preocupantes por su importancia para el crecimiento económico, la evolución política del país y, lo más inmediato, reducir los márgenes de violencia actualmente imperantes. Al menos así se percibe la moción presidencial para enumerar nombres de quienes desde el frente opositor a su gobierno podrían ser “candidatos” a la presidencia de la república. Pero el tono mismo utilizado para hacerlo revela el disfraz chocarrero de ese propósito, y qué decir de algunos nombres a cuya alusión imprime mensajes no exentos de sarcasmo. Porque al incluir en su lista a una senadora panista, de las más combativas en la tribuna cameral, menciona su nombre como si ignorara que es senadora; en otro rango está el caso del senador Dante Delgado, también enlistado en la nómina “oficial” del corcholateo. Porque el senador veracruzano nunca ha insinuado participar como candidato a la presidencia, pues así considerarlo sería audacia de su parte en vista de la escasa convocatoria electoral de Movimiento Ciudadano. Por el contrario, este partido ha iniciado una campaña para crearle imagen a Luis Donaldo Colosio Riojas, alcalde de Monterrey, NL; sobre si le va a alcanzar a MC aprovechar lo que pudiera evocar el nombre del candidato priista asesinado en 1994, está por verse, pero esa intención proviene de una sensible ausencia (hasta ahora) de personalidades con genuino “arrastre” en el campo opositor. Aún desconocemos si Colosio hijo pueda convertirse en el candidato idóneo para competirle a MoReNa la presidencia de México en 2024, sin duda no es tarea fácil. Sin embargo, en la lista de “presidenciales” diseñada por AMLO aparecen nombres de quienes han adelantado su voluntad de participar, Silvano Aureoles, Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid, Ildefonso Guajardo (“a mí ese destapador no me hace corcholata”, responde), Santiago Creel, entre otros; la novedad es José Ángel Gurría, cuyos antecedentes en el servicio público en el ámbito económico- financiero le otorgan estatura para el comentado reto. Lo demás suena a vacilada y prurito de desviar la atención de la opinión pública, aparte de divertirse o descargar la ira, incluyendo a periodistas, como Loret de Mola y Pedro Ferriz solo para devolver en parte “los favores” periodísticos a su gobierno. Por estas y otras razones, esté divertido “pre destape” será solo una llamarada de petate.