A ESCASOS once meses con diecisiete días, más o menos, de que concluya su gobierno, López Obrador, se ve envuelto en una gran controversia, suscitada, de alguna manera, por los datos reveladores de la publicación reciente denominada “El Rey del Cash”. El libro ha comenzado a circular por todas partes y parece que sí dañará la imagen presidencial, con una consecuencia electoral muy importante para el dos mil veintitrés y hasta el dos mil veinticuatro, cuando el proceso electoral sucesorio se lleve a cabo.
Quiérase o no, este episodio de su vida política, no esperado, le distraerá más de lo que se pudieran imaginar sus seguidores, que ya no serán, desde luego, los treinta millones de mexicanos, que votaron por él en el dos mil dieciocho. Primero, porque hay una gran diferencia de tiempos políticos, en los que el candidato de Morena, no traerá la misma popularidad que el mismo presidente, y segundo, porque los golpes políticos asestados en estos momentos, harán retroceder la cifra que tienen pensada los propios dirigentes de Morena.
Este terremoto político, no hará caer al presidente, como muchos pudieran haber pensado, pero sí lo está tambaleando, de tal manera, que tanto el mandatario como sus seguidores, así como la dirigencia de su partido, tendrán que tomar otros caminos como estrategia política, porque ahora las cosas están descomponiendo seriamente su proyecto político.
Las nuevas circunstancias políticas, obligarán al presidente, a decidirse por una corcholata con más probabilidades de ganar. En ese sentido, parece irse colocando en posición importante el mismo Ricardo Monreal Ávila, que hasta estos momentos no era considerado, todavía, del todo para la candidatura presidencial, pero que comienza por asomarse a este escenario que pudiera esperarse, luego de que la jefa del gobierno de la ciudad de México, Claudia Sheinbaum, no le garantiza un verdadero triunfo político. Es importante señalar, que en política es común que se tenga que sacrificar a un personaje en bien de los intereses políticos de quien lleva la batuta del poder.
López Obrador, ya se encuentra en medio de una batalla campal, donde el fuego es dirigido directamente a él y algunos de los principales actores políticos que le acompañan. El escenario político nacional, ha cambiado sustancialmente y seguirá cambiando conforme pasen los días.
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¿FINALMENTE, HABRÁ COALICIÓN POLÍTICA?
EL BLOQUE OPOSITOR, como se sabe, está seriamente fracturado y difícil de conseguir la cohesión que necesita para enfrentar los procesos electorales que ya se encuentran en puerta. Sin embargo, hay visos de que pudiera levantarse, ahora, con los nuevos acontecimientos políticos, aunque existen las dudas de los posibles compromisos que se hayan hecho con el gobierno federal, luego de los resultados legislativos que dieron origen a grandes discusiones y que terminaron por ser aprobados para darle gusto al presidente. Un tanto como estrategia política y otro más como salvoconducto de algunos personajes de la vida pública nacional, que se encontraban en capilla.
Aunque, para muchos, la unidad política de los partidos políticos de oposición, es necesaria, indispensable para lograr una oportunidad de éxito electoral, todavía hay quienes ven resistencia en este proyecto, principalmente, por las circunstancias que se van presentando y que mueven el interés individual de algunas organizaciones políticas.
Es claro, todavía, qué para ganarle a Morena, es necesaria la unidad política del PRI, PAN y PRD, así como Movimiento Ciudadano, que pese a sus avances político electorales, no está en condiciones de buscar, por sí solo, una posición importante como es la presidencia de la república, ni tampoco las gubernaturas que estarán en juego próximamente.
Como quiera que sea, los tiempos van definiendo, con cierta claridad, lo que puede pasar en el dos mil veinticuatro, principalmente. Morena, ya está en riesgo de perder las elecciones presidenciales y hasta las gubernaturas que estarán en juego.
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EL USO DEL AGUA, CUESTA.
TAL VEZ, POCOS CIUDADANOS tenían conocimiento del enorme costo que significa traer agua a los hogares de Xalapa. El alcalde Ricardo Ahued Bardahuill, dio pormenores de estos grandes esfuerzos que realiza el ayuntamiento para poder cumplir con estas obligaciones.
Fue claro que traer el agua nos cuesta, porque actualmente se está pagando casi un millón de pesos por el solo derecho a usar el vital liquido que proviene de las faldas del cofre de Perote, donde, recientemente, pobladores de las Vigas de Ramírez, cerraron las válvulas de las presas almacenadoras del agua, con la finalidad de presionar a las autoridades municipales y estatales para que se les construyan obras que requieren.
No se permitirán chantajes, dijo el alcalde, pues para eso existen mesas de diálogo para los acuerdos. El agua, es un bien de carácter nacional, y su uso está regulado por la comisión nacional del agua, por lo que Xalapa, paga por la concesión, independientemente del almacenamiento y distribución de la misma.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.