sábado, noviembre 16, 2024

Tiempos de cambios…

Como en estos momentos en que esto escribo, aún no se sabe quién ganó en Brasil, la Nación más grande de Iberoamérica -grande en todos sentidos- donde conviven la delincuencia cruel de las miserables favelas, junto a la opulencia de una minoría que vive rodeada de una tecnología de punta; que aquí en México no tenemos…

Aún no dan los resultados de si ganó la poderosa izquierda de Lula, o quien se alzó con la victoria fue la no menos poderosa derecha de Bolsonaro; pero la decisión no será contundente, sino dividida.  Y en el peor escenario; por estrecho margen…

Lo que puede llevar a descalificaciones y violencia; que es en lo que están terminando la mayoría de las elecciones en todos lados.  Aunque de alguna manera siempre acaban arreglando$e.  Los políticos se acomodan, pero los ciudadanos no…

En qué cabeza cabe que se puedan unir la izquierda con la derecha; el capitalismo con el socialismo.  Si gana la oposición, se dividen el hueso y a roerlo todos contentos.  Parece que no se entiende que el problema de la Democracia -aunque también se le puede llamar la meta de la democracia- es dividir a los pueblos y hasta a las familias…   

Pues es lo mismo que sucede en medio mundo.  En los EE.UU. donde en unos días tendrán elecciones, tienen muchos millonarios; y otros tantos millones de indigentes que viven en las calles…

Y si el voto de las mujeres se hace presente, habrá que tomar en cuenta que los republicanos están en contra del aborto, y los demócratas no.  Lo que podría inclinar la balanza hacia Biden y su pandilla…

Aunque finalmente todo obedece a la división entre católicos y cristianos; que es lo mismo que sucede en el citado Brasil, donde el fanatismo religioso es lo primero que se ve al sobrevolar El Cristo Redentor…

También llamado El Cristo del Corcovado, porque la verdad es que no ha redimido a nadie del dolor o de una situación penosa, como la que hoy atraviesa Brasil; y de hecho casi toda la humanidad.  Cuando se supone que a eso vino; y porque las cosas nomás no se componen…

Ya desde la ONU advirtieron que, o le cambiamos al cochinero tóxico en el que vivimos, o será tarde.  Cuando lo cierto es que ya desde hace rato que fue muy tarde.  El daño que le hemos hecho al ecosistema cruzó el punto de no retorno y solo queda afrontar las consecuencias; porque encima de todo, queremos que todo cambie, pero nosotros seguimos en lo mismo…

Lo que parece que también puede cruzar el punto de no retorno, son las manifestaciones en Irán; ya no solo femeninas, pues se ha unido la población entera.  Y aunque hasta el momento se reportan más de 160 muertes, entre ellos 20 menores de edad, al grito de “a cada muerte le siguen miles de personas”, las calles de la Antigua Persia retumban y el régimen teocrático se tambalea…

Lo penoso del caso, es que nada se ha sabido de los grupos de feministas, que guardan silencio cuando la revolución de las mujeres en el Islám, es algo que debiera hacer vibrar los confines del Planeta…

Como también de gran importancia -de ser cierto, pues ya no muy se les puede creer nada a los políticos- México empieza a tocar el tema de la legalización de las drogas.  Cuando menos tras lo que dijo el corcholato Ebrard, referente a la propuesta de Gustavo Petro, el Presidente de Colombia, de darle un enfoque integral a la legalización; que finalmente es lo que han hecho otras Naciones…

Mientras tanto, grave la declaración del Kremlin en el sentido de que la Marina Británica está involucrada en los atentados contra los gasoductos Nord Stream, pues participaron en la planificación, suministro y ejecución de las explosiones.  Y eso ya es un ataque directo y debe tener consecuencias…

Al mismo tiempo, Rusia se afianza más en su posición energética mundial, al tomar el control del proyecto de petróleo y gas en el que la británica Shell tiene el 27.5% y las japonesas Mitsui y Mitsubishi el 22.5% de las acciones.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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