martes, diciembre 24, 2024

Clase política en efervescencia

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La clase política en el gobierno ya está en plena efervescencia sucesoria, en una lucha por conservar el poder. Quizás nos encontramos en las circunstancias que Robespierre describe en “La Teoría del Gobierno Revolucionario”: “El principio del gobierno constitucional es conservar la República; la del gobierno revolucionario es fundarla. El gobierno constitucional se ocupa principalmente de la libertad civil; y el gobierno revolucionario de la libertad pública. Bajo el régimen constitucional es suficiente con proteger a los individuos de los abusos del poder público; bajo el régimen revolucionario, el propio poder público está obligado a defenderse contra todas las facciones que le ataquen…”. De allí que se actúa conforme a un plan definido, tal cual lo observamos en las actuales circunstancias del país, et donde, por un lado, está el presidente López Obrador en su afán de instaurar un modelo de nación que ahora llama de Humanismo Mexicano, y en sentido contrario quienes se oponen a esa concepción político-ideológica del mandatario mexicano. En ese trajín está ya involucrado MoReNa, el Movimiento, y el partido, sin importar tiempos adelantados y al margen del marco normativo electoral vigente. Sobre si esto traerá consecuencias que el árbitro electoral y el Tribunal Electoral Federal tendrán que evaluarlo, pero sin duda la lucha por la sucesión está a todo vapor. Aquí en la aldea jarocha podemos advertir los adelantados tiempos del Secretario de Gobernación organizando comités de apoyo a su precandidatura a la presidencia de la república, igual lo han hecho la señora Sheinbaum y Marcelo Ebrard, y seguramente siguen la misma tónica en otras entidades de la república. Ese contexto nos ha estado avisando que la lucha sucesoria está desatada incluso en mengua del marco normativo electoral. Por el mismo camino lo hacen Rocío Nahle y Sergio Gutiérrez, ambos pretenden el gobierno de Veracruz, y cada cual es cabeza de playa, de Claudia Sheinbaum doña Rocío y de Adán López, el “Checo” Gutiérrez. ¿Y la oposición política? Velando armas, y corriendo el riesgo de verse en la penosa circunstancia de quedarse atrás en el manejo de la conciencia colectiva. Dicen que “no por mucho madrugar amanece más temprano”, pero siempre será mejor: “para uno que madruga, otro que no duerme”.

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