Más valdría que el entusiasta diputado federal de Morena, Sergio Gutiérrez Luna, se vaya con tiento porque entre los actores políticos que se le han acercado hay algunos que en vez de sumarle a él y a su precandidato presidencial Adán Augusto López, terminarían restándoles más de lo que en apariencia les prometen sumar.
Y es que como bien solía decir el desaparecido exgobernador y exsecretario de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios, “en política, el que traiciona una vez traiciona siempre”.
Como coordinador estatal del movimiento “Que Siga López, estamos Agusto”, el diputado Gutiérrez Luna, quien a su vez aspira a la gubernatura de Veracruz, tomó protesta este sábado en ciudad Cardel a la estructura que impulsará en la entidad veracruzana la precandidatura a la Presidencia de la República del actual titular de la Segob.
Sin embargo, entre los invitados del expresidente de la Cámara de Diputados figuraron personajes como las hermanas Fabiola y Regina Vázquez Saut, exalcaldesas y exdiputadas de Acayucan que han saltado sin el menor escrúpulo del PRI al PAN y viceversa.
En el caso de Regina, todavía en el proceso electoral de 2021 buscó enrolarse en las filas de otros partidos de nueva creación, cuyos dirigentes la batearon. En Fuerza por México quiso darle golpe de estado al dirigente estatal Eduardo “Tato” Vega, y, en Podemos, presidido por Francisco Garrido Sánchez, corrió la versión de que habría ofrecido una fuerte cantidad de dinero para que la registrara en la posición número uno de la lista plurinominal de candidatos a la diputación local. Obviamente, tampoco lo consiguió.
Pero las hermanas Vázquez Saut no fueron las únicas impresentables que se aparecieron en el evento masivo que anteayer organizó el diputado Sergio Gutiérrez en apoyo al secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Otro personaje de no muy grato recuerdo es el exdiputado local Rodrigo García Escalante, hijo de Ricardo García Guzmán, excontralor de los exgobernadores priistas Miguel Alemán Velasco y Javier Duarte de Ochoa. La familia del también exalcalde y exdiputado de Pánuco se alió en la sucesión estatal 2018 con Miguel Ángel Yunes Márquez, el primogénito del exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien perdió la gubernatura ante Cuitláhuac García Jiménez, de Morena.
Y luego de que el morenista asumiera el gobierno de Veracruz, García Guzmán buscó afanosamente acercarse a García Jiménez a través de un antiguo compañero de gabinete en la administración alemanista y que entre 2018 y 2019 presidió la LXV Legislatura local: José Manuel Pozos Castro, actual alcalde de Tuxpan por Morena. Pero Cuitláhuac lo evadió al parecer porque meses antes, en su campaña, el presidente Andrés Manuel López Obrador cuestionó públicamente en Pánuco al excontralor duartista y aliado de Yunes Linares.
Pero ahora, a través de su hijo Rodrigo, ha logrado penetrar el movimiento de apoyo al hombre fuerte de AMLO.
Gutiérrez Luna parece ignorar la historia negra del hijo del excontralor, quien a mediados del sexenio alemanista, en agosto de 2001, junto con otros mozalbetes apodados “Los Porkys”, asesinaron a golpes al adolescente Manlio Humberto Palomeque Ruiz a la salida de un salón de fiestas en Xalapa. ¿Pero acaso desconoce también que como expresidente de la Comisión de Hacienda Municipal del Congreso local está implicado en el fraude de la empresa regiomontana NL Technologies S.A. de C.V., que a finales de la administración yunista celebró contratos de asociación público-privado para el servicio de alumbrado público y renovación de luminarias con al menos 15 de los 212 municipios del estado, y a la que el gobernador Cuitláhuac García casualmente le acaba de suspender la transferencia de las participaciones municipales?
Sin embargo, hay que reconocer que Sergio Gutiérrez también tuvo el tino de incorporar al movimiento “Que Siga López, estamos Agusto” a otros destacados empresarios, académicos, exalcaldes, exdiputados, activistas sociales y políticos veracruzanos que seguramente le sumarán adeptos tanto a su propia causa por la gubernatura del estado como a la precandidatura presidencial del secretario de Gobernación, quien según las últimas encuestas sigue creciendo en las preferencias electorales.