viernes, noviembre 22, 2024

Poder no es impunidad

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No por inocente deja de ser cínico el reconocimiento del Secretario de Infraestructura y Obras Públicas del gobierno estatal de haber entregado contratos a empresas de reciente creación sin licitación de por medio, pues lo importante, dijo, es que allí están las obras, solo para a continuación justificarse con el cuento de que lo mismo se hacía en gobiernos anteriores. Correspondió al diputado priista Marlón Ramírez exponer documentadamente esos trapitos al sol durante la comparecencia de Elio Hernández ante el Congreso local, al tiempo de recordarle que violó la normatividad establecida para tales casos: Sin embargo, para el titular de la SIOP ese detalle parece ser pecatta minuta, pues respondió que “eso no tiene nada que ver” si la obra está terminada. Este caso, por sí solo, deja muy mal parada a la Contraloría estatal y al mismo Orfis, exhibiéndolos como órganos incompetentes por no cumplir debidamente la función que les corresponde: la primera de señalar la improcedencia del indebido otorgamiento de contratos a personas físicas y empresas recién creadas, y la segunda en hacer las observaciones del caso e imponer las debidas sanciones. Pero el asunto es más grave de lo que aparenta por cuando a la vigencia del Estado de Derecho, pues no solo consiste en una flagrante violación a la ley, sino que también refleja el menosprecio al orden legal establecido, peor será si no se procede a imponerle severo correctivo. La ignorancia de la ley- si ese fuera el caso- no exime de culpa al infractor, que en este asunto está “inocentemente” confeso. No imponer correctivos denunciaría una impunidad inaceptable en un gobierno cuyo postulado central es ser modelo de honestidad y de cambio respecto de un pasado al que califica de corrupto, pues poco favor hace Elio Hernández al gobernador Cuitláhuac García al ejecutar actos similares a los de antaño, solo que con más desfachatez y sin bochorno alguno. Curioso el asunto, aunque nada inédito, porque en efecto lo mismo se hacía en gobiernos anteriores, y ocurre con frecuencia que nadie experimenta en cabeza ajena porque algunos de quienes cometieron tales deslices cuando gozaban del Poder, aún recorren pasillos de juzgados intentando documentar sus pecados o devolviendo lo que aparezca. Es verdad, el hombre es el único animal capaz de tropezarse dos veces con la misma piedra.

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