Política Cero
Jairo Calixto Albarrán
Qué mala onda que grandes luchadores por las causas de la democracia, estén siendo chamuscados ahora que ya se supo que la ministra Yasmín Esquivel no resultó plagiaria sino plagiada. El señor al que supuestamente le había copiado la tesis, en realidad se fusiló su trabajo de investigación. Dicho esto por un medio contrario a la 4T.
Supongo que, agazapado en la intimidad de su nada modesta leonera, Loret de Mola prepara la tanda de maromas con las que va explicar su muy histeriquita campaña en contra de la ministra. Memo Cheridam y los Paleros de Cheridan tendrán que posponer su labor como catadores de tesis, para construir una narrativa medio laberíntica y mañosa para no quedar como cavernicolitas y no tener que devolverle a la ministra Esquivel el prestigio que le atracaron cuando, en su furia derechaira, la querían mandar al Cerro de las Campanas.
Es lo malo de hacer todo por las patas y organizar linchamientos a domicilio sin tener, como dictan los cánones, los pelos de la burra en la mano. Ahora, dicen los clásicos, se verán tristemente obligados a “tragársela completa”. Pobrecitos, lo mismo le pasó a la derechairiza cuando aseguraba que nunca iba a aterrizar el Air Force One en el AIFA; o cuando juraban como Calderón que en México no habría vacunas antipandémicas hasta el año chorromil ocho mil; o al anunciar festivamente que el peso estaría a 800 varos por dólar. Nomás no aprenden.
Ahí está la dotora Denise Dresser que, mientras quería meter a un calabozo a la ministra, vía fuego amigo supimos de sus plagios tremebundos. Digo, ni Sandra Baticuevas que tiene 80 maestrías y 30 doctorados.
El oficio de linchador merece respeto; no cualquiera puede usurpar las funciones de los verdaderos profesionales.
Para ejercer el oficio del linchador hay que tener clase y estilo, y no andar diciendo que un millón de dólares en billetes pesan una tonelada. O jurar que García Luna Productions es bueno santo y puro, aunque todos los narcos le daban su diezmo.
Algo que solo se puede comparar con el PRD que chichifean los Chuchos, anunciando que Chiflano Aureoles y Mancera –el desprestigio encarnado— son sus gallos. Digo, mejor que el ingeniebro Cárdenas sea su candidato, más ahora que se convirtió en el expresichente Fox.
El mejor candidato opositor es mi Tatankita Córdova que, como adalid de la democracia, primero lincha y luego verigua. Y tiene en Ciro Murayamasamí un guarura que ya quisiera #LadyPelotas.