Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto
En su declaración como «testigo estrella» de la Fiscalía estadounidense en contra de Genaro García Luna, Jesús «El Rey» Zambada quiso hundir al exsecretario de Seguridad federal al que dijo haberle entregado sobornos por hasta cinco mdd y confirmó su relación con el Cártel de Sinaloa, al que ayudó con protección, pero también, sin proponérselo y ante las preguntas del abogado defensor César de Castro, el narco hermano de Ismael «El Mayo» Zambada, terminó embarrando a otro exsecretario de Seguridad pero capitalino, al sostener ante el Jurado y el juez Bryan Cogan que le entregó tres mdd a (Gabriel) Regino, subsecretario de Seguridad de Marcelo Ebrard en la antigua SSP de la Ciudad de México.
A la pregunta de De Castro de si había dado dinero para la campaña de López Obrador en el año 2006, como lo declaró a un tribunal estadounidense en 2013 tras ser extraditado desde México, el «Rey» Zambada atajó rápidamente que no, que él no había declarado eso, pero que sí había entregado dinero a Regino y que «era dinero para una campaña». El monto de los tres mdd presuntamente entregados a quien fue subsecretario de Seguridad capitalina de 2002 a 2004 lo mencionó en esa misma declaración, antes de que la Fiscalía objetara las preguntas de la defensa y el juez Cogan llamara a los abogados para pedirle al defensor que no siguiera más con ese tema.
Aunque Gabriel Regino respondió a la mención del «Rey» Zambada con un video en sus redes sociales en donde niega haber recibido dichos sobornos y sostiene que «no hay ninguna acusación fiscal contra Gabriel Regino García ni en México ni en Estados Unidos» y que lo «han mencionado porque estamos en un contexto político donde se pretende vincular a otras personalidades porque así es la política y el proceso y estamos acostumbrados a ello», la cercana relación entre el ahora canciller de la 4T y el abogado penalista es añeja y muy cercana.
Pero no sólo eran ellos dos los grandes amigos, sino también Miguel Ángel Mancera, actual senador del PRD y excolaborador también en la Secretaría de Seguridad Pública capitalina en la gestión de Ebrard y de Regino. Los tres formaban un triunvirato de amigos que siempre se ayudaron en sus carreras políticas y en los distintos cargos que ocuparon.
Gabriel Regino llegó en 2002 con Marcelo Ebrard a la Subsecretaria de la Policía, donde se convirtió en el poderoso brazo derecho del Secretario y era conocido en las claves de la policía como «Jefe Tigre», mientras que Mancera era parte de su equipo como titular de la Dirección Ejecutiva. Regino es compadre de Mancera, porque éste le apadrinó a su hijo menor y juntos crearon el despacho Grupo de Abogados Consultores que funcionó de 2001 a 2003. Luego se separaron y Regino puso un despacho muy cerca de Reforma centro. En la época que coincidieron los tres en la SSP capitalina, era común verlos juntos en eventos sociales. Incluso Regino se casó en esa época y acudieron a la ceremonia, que tuvo lugar en la antigua Casona de la Colina del Perro, que fuera la última mansión del expresidente José López Portillo.
El poder del triunvirato se comenzó a colapsar cuando en 2004 se desató el escándalo por el caso Tláhuac. A Regino le abrieron un proceso judicial en la PGR por la muerte de dos elementos de la Policía Federal Preventiva (PFP), que fueron linchados por una multitud enardecida durante la noche del 23 de noviembre de 2004 en el pueblo de San Juan Ixtayopan. Mancera asumió, como abogado, la defensa de los mandos policiacos de la SSP-DF que participaron en el operativo fallido para rescatar a los dos federales de la turba en Tláhuac, entre los que estaba el propio secretario Marcelo Ebrard y el subsecretario Regino; a este último lo acusaron de homicidio por omisión, aunque al final resultó exonerado de los cargos.
A consecuencia de esas investigaciones, el entonces presidente Fox ordenó la separación de Marcelo Ebrard de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, cargo que dejó el 7 de diciembre de 2004. Luego, el entonces jefe de Gobierno, López Obrador, lo rescató para nombrarlo secretario de Desarrollo Social de su gabinete, cargo desde el cual Ebrard saltó a la candidatura para jefe de Gobierno en 2006, mientras Andrés Manuel se lanzaba a su primera candidatura presidencial.
En cuanto a Gabriel Regino, en 2006 la PGR inició por esos años una investigación contra el llamado «Jefe Tigre», por presunta protección al narcotraficante colombiano Jaime Maya Durán -detenido en la colonia Condesa y extraditado a Estados Unidos-, aunque no le pudieron probar los cargos.
Es en ese contexto y en esa época en donde se ubican los dichos del «Rey» Zambada en la Corte Federal de Brooklyn sobre los presuntos tres mdd que habría entregado a Regino «para una campaña». Y si el propio Zambada niega haber dado dinero a la campaña de López Obrador en 2006 (aunque según el abogado De Castro sí se lo declaró a fiscales estadounidenses en 2013), entonces sólo queda una campaña a la que pudo haber financiado en esa época y esa fue la de Jefe de Gobierno de Ebrard.
Veremos si el canciller, ahora que ha empezado a ser claridoso y a fijar sus propias posiciones como lo hizo con las acusaciones y señalamientos contra la embajadora Martha Bárcena, también se deslinda de los dichos del «Rey» Zambada, que si bien nunca lo aludieron a él, sí a quien fuera su subsecretario de Seguridad y un amigo muy cercano… Los dados mandan Serpiente. Segunda caída de la semana.