Agencias/Sociedad 3.0
Joana Sanz, modelo y esposa de Dani Alves, visitó por primera vez al futbolista en la cárcel de Brians 2, donde ha permanecido en los últimos 20 días. Arribó en compañía de Bruno, un chef amigo del lateral, al que mencionan como uno de los hombres que estuvieron con él la noche en la que resultó denunciado.
De acuerdo a lo señalado por los medios españoles, estuvo durante 50 minutos cara a cara con su pareja. Mientras se dirigía hacia su destino la modelo fue interceptada por los medios de comunicación.
Primero, desmintió que Alves se haya negado al encuentro (“es mentira”) y, luego, se pronunció al pedido formal de divorcio que ya habría cursado. Si bien no lo desmintió, a juzgar por sus palabras, ante la coyuntura cuanto menos aguardaría a la resolución del caso: “No lo voy a dejar solo en el peor momento de su vida”.
La situación de Dani Alves es delicada. Es de destacar que en su declaración, el brasileño detalló que la relación sexual que tuvo con la joven había sido consentida entre ambos y que cambió hasta en tres ocasiones su versión de lo ocurrido para ocultarle la infidelidad que cometió a Joana Sanz.
En días pasados, la modelo habría eliminado todas las fotos que tenía junto a Dani Alves de sus redes sociales, solo dejando las que se consideraban como pago de marca, al mismo tiempo, se corrió el rumor, de que Sanz, le ha pedido el divorcio al ex jugador del Barcelona.