HOY:

Transfuguismo político, pero no somos iguales

En la década finisecular (última del siglo XX) en nuestro país surgió un fenómeno político conocido entonces como “transfuguismo”, que consistía en el traslado de un militante priista hacia otras siglas partidistas, particularmente con dirección al PRD y en menor numero al PAN; se trataba de actores políticos priistas, insatisfechos porque su partido no les concedía la postulación a un  cargo de elección popular, y sintiéndose con convocatoria ciudadana emigraron otras siglas donde encontraron...
lunes, mayo 12, 2025
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El ansiado milagro…

Hay un segmento importante de la población mexicana que espera que la fundación de la dictadura y el secuestro del poder público asociados al proyecto mesiánico llamado "Cuarta Transformación" sean revertidos desde el exterior, específicamente por Gobierno de los Estados Unidos. Ante el desinterés, desconocimiento e incluso conformidad de la mayoría de la gente, frente al eficaz desmantelamiento del sistema republicano y la cooptación de quienes hubiesen enfrentado los abusos y las acciones retrógradas (milicia, élite económica, consorcios de comunicación), dado el descrédito, la pudrición y sumisión de las supuestas...

Sordera

mquim1962@hotmail.com

twitter: @mquim1962

(…) La calidad teatral del mundo político se había tornado tan patente,

 que el teatro podía aparecer como el reinado de la realidad

.«Los orígenes del totalitarismo»  Hannah Arendt

La paradoja del ruido y la sordera en este momento político, proviene del mismo lugar. Los oídos se vuelven deliberadamente sordos para no escuchar el reclamo de diálogo de quienes no les alaban; prefieren que sobresalga el ruido de la intransigencia y el griterío intencionadamente provocado en el intercambio de descalificaciones, pues se supone que “los debates se ganan” en directa proporción de quién grita más, quién calumnia más, quién ofende o miente más.

La tragedia es que, dicen muchos, ese escenario que parece una parodia, es lo real. Estamos viviendo en la miseria de las razones, en la precarización mayor de la honestidad y la imposibilidad de entendimiento. Mediocridad, ignorancia y simulación son moneda corriente.

El ruido de nuestras clases políticas, todas, algunas más que otras, enfrascadas en obstruir, en cerrar el paso a cualquier entendimiento que implique asumir debilidades o equivocaciones, incrementan el riesgo e impiden la construcción de mínimos pisos de entendimiento de cara a los problemas que nos agobian. Parece que la prioridad no es solucionar problemas, sino todo lo contrario.

Acuerdos de convivencia democrática, forjados en años de lucha, supuestos básicos para caminar juntos en la pluralidad, ahora son desdeñados, porque según el actual gobierno, refieren momentos que deben eliminarse ya que representan a la corrupción y al engaño.

Pero en la sordera que impera, el ruido incesante que provocan, impiden aclarar que fueron precisamente estos acuerdos, normas e instituciones, la base para derrotar a la arbitrariedad y al cinismo que refirieron los anteriores gobiernos saqueadores.  Gracias a esos logros es que se ha podido dar la alternancia, y mediante el voto efectivo se ha dado voz al hartazgo ciudadano en tres elecciones presidenciales, haciéndose oír frente a la típica sordera sexenal cuando se denuncian las contradicciones entre los dichos y los hechos, las simulaciones, los dobles lenguajes, la intolerancia, los abusos.

Estamos obligados todos a entender que, atemperar los denuestos y bajar el  volumen de la discordia podría impedir que la sordera general, también nos afecte la visión hasta quedarnos, además, ciegos y mudos hasta silenciar del todo nuestras aspiraciones democráticas, en un retroceso doloroso del que será difícil recuperarnos.

DE LA BITÁCORA DE LA TÍA QUETA

Agarrón entre los “diplomáticos”, al final muestra de la crisis interna.

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