Rúbrica
Entre las muchas arengas, consignas y balandronadas que el presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó el pasado sábado durante su mitin de simpatizantes y acarreados en el Zócalo de la Ciudad de México, hubo una que delinea claramente lo que el régimen que encabeza va a buscar hacer.
“Hagan lo que hagan, no regresarán al poder”, le dijo López Obrador a quienes más que adversarios, realmente considera sus enemigos, y que son todos aquellos que no piensan como él ni se someten a sus deseos.
Y “garantizó” que con cualquiera de los aspirantes de Morena que buscan sucederlo, está asegura la “continuidad con cambio”. Aunque en realidad, en su horizonte solo hay dos opciones: Claudia Sheinbaum o Adán Augusto López Hernández.
Ambas expresiones reflejan el profundo talante antidemocrático del lopezobradorismo, pues en lo último que están pensando es en respetar el voto ciudadano libre, que aun cuando en este momento pareciera favorecer a Morena, no es estático y su sentido puede cambiar radicalmente de un día para otro.
Así que lo único que puede causar tanta “seguridad” sobre la continuidad del morenato en el poder es la claridad que tienen sobre organizar una elección de Estado en la que se avasalle a los oponentes como lo hizo el PRI durante 70 años de manera ininterrumpida: con todas las instituciones operando en favor del partido oficial.
Ya comentamos en una anterior entrega de la Rúbrica la manera como está avanzando el “Plan C” del obradorato, que busca apoderarse del control del Instituto Nacional Electoral “colonizándolo” con afines a López Obrador, como todo parece indicar que sucederá durante la renovación de las cuatro consejerías en las que habrá relevo en dos semanas, incluyendo la presidencia del organismo electoral.
Pero como el camino de la ley y las instituciones es demasiado engorroso para quienes no acostumbran respetarlas, la maquinaria del Estado se está preparando para una elección “a la antigüita”, con todas las malas artes y trapacerías que caracterizaron las siete décadas de simulación democrática del viejo PRI renacido en Morena, literalmente, en su “cuarta transformación”.
Y para ello hay que echar mano de los que saben hacer esas cosas, como ha quedado exhibido de manera soez en estados como Veracruz, donde el desvío de recursos públicos, la coacción y compra del voto y la manipulación con fines electorales de programas e instituciones ha sido una constante durante el sexenio de Cuitláhuac García Jiménez, a quien no le ha causado el menor problema rodearse de priistas con camiseta guinda para operar políticamente.
Este lunes, el diario porteño Notiver publicó un audio que exhibe lo que pretende hacer el gobierno de Cuitláhuac García: usar a empleados gubernamentales para la operación política en tierra con el reparto de propaganda, visitas casa por casa para “convencer” a la población de votar por Morena, el condicionamiento de los programas sociales clientelares y, de manera destacable, el uso de información electoral sensible como el padrón y el mapeo electoral por seccionales, lo cual configura posibles delitos electorales que, no hay que perder de vista, en la actualidad están tipificados como graves.
El operador que fue exhibido dando instrucciones a la burocracia sobre el “mapacheo” que van a hacer desde ahora es, por supuesto, un priista, de nombre Ulises Rodríguez Landa, de larga carrera en el PRI, de cuya dirigencia estatal en Veracruz fue tesorero y que en la campaña de 2018 se “cambió la chaqueta” tricolor para ponerse la guinda y apoyar la candidatura de Cuitláhuac García Jiménez.
Una vez ganada la elección, Rodríguez Landa fue colocado en la jefatura de la Unidad Administrativa de la Secretaría de Seguridad Pública, donde se ha mantenido sin importar los cambios en la titularidad de la dependencia. Su tarea es otra y a quien le rinde cuentas no es al secretario.
Rodríguez Landa “trabaja” en coordinación con Eleazar Guerrero Pérez, el primo del gobernador que desde la subsecretaría de Finanzas opera los recursos del estado, mismos que canaliza a actividades políticas a través de la asociación “Unidos Todos”, a la que pertenecen la mayoría de los altos y medianos funcionarios del actual gobierno estatal.
En el audio filtrado a Notiver, se escucha a Rodríguez Landa insistir a los empleados de Seguridad Pública a los que se dirige –y que alguno lo chamaqueó y lo grabó- que su tarea desde este momento es “organizar, consensuar, organizar y comprometer” a los ciudadanos a que votarán por Morena.
“Vamos a ser, por decirlo de alguna manera, somos la voz que convence, para que voten por este proyecto que representamos y a aquel que no esté de acuerdo, hay que convencerlo que este proyecto es el mejor para Veracruz”, enfatiza.
De ésta y seguramente varias otras maneras se planean robar la elección. Por eso tanta “seguridad” en la continuidad.
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