NO HAY DUDA, México, requiere de la fuerza y voluntad de un nuevo hombre que, como Luis Donaldo Colosio, mueva, de verdad, las conciencias populares y se genere un nuevo cambio, que no sea un ensayo político, sino una verdadera intención de cambiar el rumbo del país, haciendo buena política, pero también administrando con sabiduría las finanzas públicas, para que éstas sirvan al pueblo mexicano, tanto en la vía de los programas sociales, como la apertura de un nuevo panorama económico que asista a todos los sectores sociales del país.
Se requiere, indudablemente, de un nuevo protagonista político que no se quede, solamente, viviendo del pasado, para buscar venganzas por aquello que no le fue posible en su momento, sino emprender un nuevo programa político y económico, sin olvidar la parte social que corresponde a un buen gobierno. México, necesita en estos momentos a un nuevo personaje de la vida pública, que, de verdad, se gane la confianza popular y con ello, aprovechar su tiempo, para impulsar a una nación que tiene todo, pero que nadie, hasta ahora, ha sabido conducir, apartado de sus propios intereses y mirando hacia el futuro con propuestas adecuadas a los nuevos tiempos.
Sí, hace falta un nuevo Colosio, que revolucione a este país, que lo lleve a mejores niveles de desarrollo y procure, antes que nada, velar por los intereses de la nación, desechando todo aquello que perjudique y valorando, venga de donde venga, lo más positivo que se tenga para hacer que México, vuelva a ser la nación independiente, respetada y porque no, envidiada por el resto de naciones de este mundo.
Hace falta un nuevo político de la talla de Colosio, para desterrar, definitivamente, la corrupción como un fantasma que ronda por todos los rincones del país, y que no deja que la honestidad y la transparencia, sean los principios o valores más apreciados por todos los mexicanos, comenzando por quienes tengan en sus manos el destino nacional.
Hace falta un nuevo Colosio, que haga olvidar los malos momentos que vive la nación y que se refleje un nuevo mundo, avizorando, más que nada, el nivel de bienestar que necesita el pueblo, ese pueblo del que se han aprovechado los que ejercen el poder para seguir corrompiendo instituciones y organismos que son pilares fundamentales de nuestra democracia.
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DE LA SEGURIDAD, NI QUIEN SE ACUERDE.
HEMOS LEÍDO, con tristeza y preocupación que la violencia no para en todo el territorio nacional. Que tan solo en el pasado fin de semana, se contabilizaron más de doscientos cincuenta y ocho homicidios, más aquellos que por diversas razones, no han sido debidamente denunciados. En el afán político que se persigue en estos días, se han olvidado, prácticamente, de que existe un verdadero problema a nivel nacional que no deja en paz ni tranquilo a nadie, porque lo mismo son secuestros, homicidios y feminicidios, robos a casas habitación, asaltos en caminos y carreteras y toda una serie de delitos que horrorizan a toda la sociedad, con la más grave de todas las circunstancias, es decir, la complacencia de las autoridades que esperan que con los mentados abrazos, y no balazos, es como se resolverán estos fenómenos sociales que poco a poco, han ido minando seriamente la estabilidad general del país.
Inmersos en las venganzas políticas, quienes tienen el poder en su mano, por cierto, otorgado por los propios ciudadanos, para velar por la tranquilidad y la paz en todo el territorio nacional, se han olvidado de este fantasma que azota, con todos los vientos del mal, a todos los seres humanos de este país, necesita, de una buena vez, toda la atención gubernamental y la plena voluntad de quienes tienen esta encomienda para mantener la seguridad que se demanda permanentemente por todos los mexicanos, en general.
México, se encuentra en crisis política, económica y social, donde impera la injusticia, para bien, solamente, de quienes ejercen el poder.
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MÉXICO, EN PELIGRO.
AL PARECER, EL GOBIERNO mexicano, ha dado especiales facilidades a grupos políticos del exterior, para realizar operaciones tácticas, con miras a establecer un nuevo orden de gobierno en el país. Muestra de ello, han sido los médicos cubanos que vinieron, dizque a apoyar al sistema de salud nacional, sin la debida autorización del congreso federal, y menos que éstos se encuentren debidamente preparados en materia de salud, como tanto lo han manifestado, sin tener, ni siquiera, la certeza de que verdaderamente se trate de personas que vienen a ejercer una profesión médica.
Por otro lado, también se han tenido noticias del arribo de soldados centroamericanos que tienen, de la misma manera, la encomienda de apoyar las acciones dictatoriales del gobierno mexicano, en turno.
Al respecto, el congreso federal, no se ha pronunciado ante los rumores de esta situación, por lo que también, se supone, lo podrían estar consintiendo.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.