miércoles, diciembre 18, 2024

Mi Matamoros querido, nunca te voy a olvidar: “This is crazy”

  • Tragedia mexicoamericana: si Elon Musk hubiese conocido a Juan N. Guerra, Tesla habría muerto del susto… 

José Luis Ortega Vidal 

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El pasado miércoles primero de marzo, en el marco del Tesla Invertor Day, en Texas, Elon Musk confirmó la inversión de unos cinco mil millones de dólares en la creación de su Gigafactory de autos eléctricos en Santa Catarina, Nuevo León. 

Ayer el hombre más rico del mundo escribió en Twitter: “Esto es una locura”, a propósito del secuestro de cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, el tres pasado de marzo. 

A diferencia de lo que suele ocurrir en México respecto de secuestros o asesinatos de connacionales en el extranjero, el gobierno a cargo de Joe Biden desplegó una serie de acciones para el rescate de sus ciudadanos. 

El FBI y el Departamento de Estado interactuaron de inmediato con sus pares del gobierno mexicano; el embajador Ken Salazar acudió la mañana del lunes a palacio nacional para dialogar con el presidente Andrés Manuel López Obrador en torno al acto criminal que este martes quedó resuelto con un saldo desfavorable y trágico. 

De las cuatro víctimas dos murieron asesinadas, uno fue herido y sólo uno resultó ileso; entre estos últimos se encuentra una mujer. 

Respecto al twitter de Elon Musk, internautas de su país lo cuestionaron:  

“Deberías saber más al respecto. Especialmente si instalarás Tesla en México”, “¿Cómo puede Tesla garantizar la seguridad de sus trabajadores estadounidenses en viajes a GigaMex?, ¿Paseos directos en helicóptero o primero construir una pista de aterrizaje?”, plantearon, según nota publicada en La Verdad Noticias: «Esto es una locura», dice Elon Musk ante secuestros en Matamoros (laverdadnoticias.com) 

De hecho, en el sitio donde fueron levantados los norteamericanos el viernes pasado -muy cerca del palacio municipal de Matamoros- murió una mujer mexicana, de 33 años de edad… 

Pero eso no tiene ninguna trascendencia ni para Joe Bien, ni para Elon Musk, ni para AMLO, ni para los twiteros allende la frontera; y en México ya no se diga, aquí la muerte es tan común como cenar tacos al pastor o garnachas con café… 

Tay McGee, una de las víctimas del secuestro que ha puesto en vilo a la diplomacia en ambos países, vino a México para someterse a una abdominoplastia, cirugía estética para eliminar la grasa abdominal… 

Ella y sus acompañantes atravesaron la frontera en una minivan con placas de Carolina del Sur. 

El bajo costo es uno de los motivos por los cuales norteamericanos acuden a clínicas mexicanas a operarse. 

El grupo de personas secuestradas en Matamoros incluye afroamericanos a quienes se habría confundido con narcotraficantes haitianos en una zona fronteriza donde la guerra entre grupos del crimen organizado es cotidiana. 

Concretamente se responsabiliza al cártel del Golfo y a una de sus células identificada como los escorpiones. 

El llamado “Grupo Escorpión” operó como cuerpo de seguridad de Antonio Cárdenas Guillén (a) “Tony Tormenta”, hermano de Osiel Cárdenas Guillén, líder del Cártel del Golfo durante los años noventa y fundador de Los Zetas. 

Tony Tormenta murió abatido en el año 2015. 

Sobre Osiel Cárdenas se lee en Wikipedia: Tras la captura de Juan García Abrego, quien fuera recluido en un penal de Houston, Texas, el 14 de enero de 1996, así como el asesinato de Chava Gómez, Cárdenas Guillén se convirtió en el líder del cártel del Golfo en 1998. Simultáneamente, entra en contacto con Los Zetas, quienes operarían como sicarios del cártel.​ 

Osiel Cárdenas purga una condena en Estados Unidos. 

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El secuestro, doble asesinato y rescate de dos ciudadanos estadounidenses en el estado de Tamaulipas, ocurrió en un contexto singular: la ventilación pública en periódicos mexicanos de la iniciativa presentada por dos congresistas republicanos para autorizar a su gobierno el empleo del ejército en el combate a cárteles mexicanos incluso en nuestro territorio. 

Tal idea, impulsada en un artículo del New York Times por el exfiscal William Barr, desató polémicas entre analistas y políticos mexicanos incluido el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien calificó de propaganda electoral la propuesta de los legisladores de Texas y Florida. 

Sobre este conjunto de hechos que van desde la idea de emplear al ejército norteamericano contra cárteles mexicanos, la inversión de Tesla y el ataque a turistas extranjeros en Matamoros, aplica muy bien aquello de: “estás viendo la perra echada y todavía la pateas… 

O su símil de: “ves la tormenta y no te hincas”. 

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Hay norteamericanos que conocen su pasado pero “hacen como que la virgen les habla”. 

Va un dato para refrescarles la memoria: 

El cártel del Golfo fue llamado así a partir de la estafeta que Juan Nepomuceno Guerra le pasó a su sobrino Juan García Ábrego en los años ochenta. 

Pero don Juan N. Guerra fue, por encima de todos sus descendientes y herederos del poder delincuencial, un antiguo capo sumamente poderoso durante décadas, muchas décadas. 

Durante más de medio siglo “Don Juan” o “El padrino” operó en Tamaulipas -y parte de Veracruz- sin problemas, lo que le llevó a envejecer en el ejercicio de su trabajo como traficante y con influencias de peso en el sector político. 

De hecho, Juan N. Guerra vivió la época de esplendor de las mafias en Estados Unidos con figuras como Al Capone, su contemporáneo… 

Muy joven, Nepomuceno Guerra llevó contrabando de alcohol al otro lado de la frontera durante la época de la prohibición. 

Y trajo productos de allá para acá durante la aplicación del modelo de Sustitución de Importaciones. 

En Poza Rica el reportero recogió años atrás testimonios sobre el contrabando en los años sesenta y setenta, época del boom petrolero en el norte veracruzano. 

Fueron otros tiempos y fueron otras reglas. 

Aquellos viejos ya murieron y hoy las nuevas generaciones del crimen organizado aplican su particular estilo mientras el gobierno mexicano extiende su política de abrazos, no balazos… 

Ante tal escenario los políticos norteamericanos presionan, juegan su juego, evaden su responsabilidad, insisten en hacer como que la virgen les habla y aprovechan a sus víctimas para sacar raja, como dice AMLO… 

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No hay duda de eso… 

En política cada quién juega su juego y los muertos, muertos están… 

La pregunta es hasta dónde y hasta cuándo podrá aguantar el empujón de los gringos la 4T o cuarta transformación… 

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Si Elon Musk hubiese conocido a Juan N. Guerra, Tesla se nos habría muerto del susto… 

Hoy, a pesar de todo, parece bailar en la Macroplaza a ritmo de Rigo Tovar: Mi Matamoros querido, nunca te voy a olvidar… 

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