Línea Caliente
Edgar Hernández
¡El miedo si anda en burro!
Veracruz, cuarta reserva electoral de la República, se le está yendo de las manos a López Obrador ante la creciente fuerza opositora a la cual ha se venido sumando la sociedad civil hoy en busca de la alternancia.
La creciente oposición ciudadana en contra de Morena en todo el país, particularmente en Veracruz, encendió los focos de alerta en Palacio Nacional.
De ahí que de un madrazo, el solitario de Palacio decidiera enviar a sus corcholatas -Adán Augusto López, Monreal, Ebrard y Claudia- a diferentes puntos de Veracruz este fin de semana, para proclamar la unidad perdida ante los desatinos de Cuitláhuac García.
No fue el Estado de México, tampoco la capital del país, ni Puebla o Jalisco, el primer destino de las corcholatas para marcar el arranque, digamos en forma extraoficial, de la campaña presidencial, será Veracruz.
A pesar de que la etiqueta de huésped del Palacio de Gobierno de Xalapa va en favor de la Sheimbaun, la presencia del resto de los aspirantes abre en la impronta el abanico de posibilidades.
Es un golpe de timón de AMLO por alcanzar la unidad entre las tribus veracruzanas divididas y desgastadas a grado tal que hasta el impresentable Manuel Huerta Ladrón de Guevara ya se siente con posibilidades de alcanzar la gubernatura.
Otro que con fórceps busca afanosamente la nominación ante la caída en vertical de Rocío Nahle, es el alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, quien muere porque lo pelen, aunque de dientes para afuera diga que no aspira.
Dos secretarios de despacho también se han anotado.
Uno, apoyado en la negritud -que en Veracruz no existe- y el otro en la discreción confiado en que caballo que alcanza, gana.
Mientras el “Payaso II” -el uno es el Cuícaras- Sergio Gutiérrez Luna, pegado a las valencianas de Adán va va pos de un pedazo de manzana a pesar de los embates del gobierno de Cuitláhuac que no lo bajan de “mequetrefe”.
El punto es que los candidatos por Morena a la gubernatura estatal se están despedazando.
Apoyados en el dinero del erario se mueven sin freno ni medida, mientras el gobernador se observa totalmente rebasado. No sabe ni por donde orientar su afán tras de volcarse de manera imprudente y adelantada en favor de la jefa de gobierno de la Ciudad de México.
Mientras en la tienda de enfrente se avanza.
En el Partido Acción Nacional a nivel estatal llevando el respaldo del PAN a nivel nacional, se llegó finalmente a un acuerdo de unidad para escoger al mejor calificado de la Alianza.
El PRI, en tanto, inició el proceso de renovación de su dirigencia estatal en donde de pronto están tomando inusitada fuerza los sectores campesino, obrero y popular que salen del letargo ante la posibilidad real de alcanzar la unidad.
Y Movimiento Ciudadano de Dante Delgado dejó de deshojar la margarita. Ya trae bajo el brazo el nombre de quién de la alianza, podría alzarse en la victoria.
Todo será cuestión de tiempo, una vez que lo permita el calendario electoral 2024 hacia el último tercio del año, momento en que se hará pública su decisión.
El PRD sólo habrá de sumar su votación que no rebasa los 370 mil votantes fieles que, a la hora del recuento, podría constituirse en la bisagra del triunfo.
Y lo más importante de todo este entramado sucesorio lo constituye la “Alianza Va por México” que ya se manifestó -no públicamente- sobre el tema Veracruz, lo cual prevé que el escenario político electoral de un vuelco en los próximos meses.
De todo ello está enterado un desesperado López Obrador quien dispuso empezar a mover este fin de semana toda la batería pesada para impedir el arrebato democrático en el solar veracruzano.
Está consciente de la creciente ola ciudadana harta de la corrupción y abuso de poder del gobierno de Cuitláhuac García, quien por cierto ya recibió la indicación de no meter las manos en el proceso electoral.
Habrá de mantenerse al margen. No tiene ni voz ni voto.
Es más, se le ha recomendado no se aparezca este fin de semana con ninguna de las corcholatas ya que metería ruido y daría lugar a lecturas erróneas.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo