viernes, abril 26, 2024

De la paciencia…

Quien culpa a los demás por lo que a él le sucede; es una persona inmadura que no se hace cargo ni de su propia existencia; porque si otro es el responsable, el otro será el que tendrá que venir a arreglar los problemas; y eso no sucede…

Es cierto que al Presidente no se le puede juzgar más que por Traición a la Patria.  La pregunta es, si violar la Constitución no es en sí una traición; a sí mismo y a la Patria, porque juró cumplirla y hacerla cumplir…

Abundando; ahora sale, ya sin recato alguno, con que no va acatar el amparo concedido por el Poder Judicial a los grupos ambientalistas y a la sociedad civil, para suspender los tramos 3, 4, 5 Norte y 6 del tren maya…

Y argumenta que la Constitución lo autoriza a llevar a cabo las obras de beneficio para la sociedad, por lo que los trabajos no se van a detener -y además son secretos de Estado por Seguridad Nacional, hay que recordarlo-…

Además de que “le permite construir obras en beneficio de la sociedad” -según él- pero no donde se le da la gana.  Además de que el famoso trenecito no es para beneficio de la sociedad; si acaso se termina…

Habría sido bueno que le preguntaran al Presidente, en qué Artículo dice que los Amparos no son incuestionables.  Porque también critica los amparos contra los nuevos libros de texto gratuitos; por cierto, llenos de faltas de ortografía…

Qué clase de corrupción es la que quiere tapar; que no se podrá saber hasta que se hayan muerto los involucrados.  Lo hipócrita del actuar del Presidente, es que recurre a la Constitución cuando le conviene; y cuando no es así, entonces “No me salgan con que la Ley es la Ley”… 

Y eso es precisamente lo que el historiador griego Polibio (200 – 188) advirtió quesucedía: “las democracias siempre terminan en violencia y anarquía”.  Y eso es lo que estamos viviendo.  Un pueblo sin Ley…

Para colmo, sin comentar el inmenso mar de gente que marchó apoyando a la SCJN, a la Ministra Irma Piña y pidiendo su renuncia -por supuesto más de 100 mil- todavía tuvo el descaro de criticar la marcha a la que calificó de prepotente, que fueron a provocar a los que estaban frente al edificio…

Haciendo énfasis en que no debieron quitar las mantas con consignas en contra la SCJN y la Ministra Presidente.  “Hay que ver quiénes son”, dijo.  Pero luego agregó, no es para perseguirlos, para reprimirlos.  Pero finalmente no aclaró para qué entonces quiere saber quiénes son…

Lo que no dijo, es que los pelafustanes apostados en las puertas de la SCJN -que ya regresaron- fueron trasladados al Ministerio Público en un camión de los granaderos.  Y están los vídeos que lo prueban…

Lo que queda claro, es que no serán reprimidos quienes se instalen frente a Palacio, inicien un plantón y se paren en la Puerta Mariana, llamada así en honor del General y Presidente Mariano Arista (1802 – 1855) que fue bajo su mando cuando se construyó…

Y le griten “Andrés Manuel, Andrés Manuel, chingas a tu madre y te vas; y te vas”;-cantadito ¡claro!- y no pasará nada.  Porque fue lo que la cabaretera mortuoria que se hace llamar Julia, fue a gritar a las puertas de la SCJN…

A ese grado de crispación social nos ha llevado el hombre de las mil y un mañaneras que, sin duda pasará a la Historia; pero no como lo que muchos habrían deseado y esperado, sino como un hombre desquiciado que no tuvo buen fin…

Por lo pronto, a menos que se presente un mega-fraude, la elección del Estado de México dejará en claro que no están dispuestos a que los gobierne una delincuente que además ha reincidido y es abiertamente protegida por el Presidente, al que, visto está, ya no quieren…

Y luego que le pusieron a una contrincante de lo más carismática; a la que simplemente no le podía ganar.  Y si la cantidad de gente que la acompañó a su cierre de campaña, vota por ella…

El domingo comenzará la caída del breve Imperio del chipilín.  Sin olvidar, que los animales heridos son muy peligrosos.  Hay que tener paciencia.  Siempre el Jaque Mate lo abre el adversario.  La Ley de la gravedad es para todos. Las cosas caen siempre por su propio peso.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.               

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