Agencias/Sociedad 3.0
Un nuevo ataque armado dejó ocho muertos y 14 heridos en Serbia y su presunto autor fue detenido este viernes, en otro episodio sangriento en un país conmocionado por la matanza de ocho estudiantes y un guardia de seguridad hace dos días en una escuela.
En las dos masacres ocurridas en menos de 24 horas perecieron 17 personas, por lo que el presidente serbio, Aleksandar Vucic, prometió que se incautarían armas legales e ilegales durante una vasta operación que conducirá al «desarme casi total de Serbia».
«Después de una amplia búsqueda, miembros del ministerio del Interior detuvieron a U.B., nacido en 2002 en la región de Kragujevac», en el centro de Serbia, indicó el ministerio en un comunicado. «Es sospechoso de haber matado (…) con un arma automática a ocho personas y de haber herido a otras 14», indicó el ministerio, precisando que todos los heridos fueron hospitalizados.
El suceso ocurrió el jueves por la noche cerca de Mladenovac, al sur de Belgrado, cuando un joven de 21 años disparó un arma automática desde un vehículo en marcha antes de huir, dijo la televisión estatal RTS. El ataque ocurrió en tres pueblos distintos de la zona, según los medios estatales. Este suceso agudizó el estupor en Serbia, todavía conmocionada por la matanza perpetrada el miércoles por un niño de 13 años en una escuela de primaria del centro de Belgrado, donde murieron ocho alumnos y un guardia de seguridad.
Helicópteros de policía sobrevolaban temprano el viernes el lugar del último suceso, donde se percibía una fuerte presencia de las fuerzas de seguridad. Alrededor de 600 agentes fueron desplegados en el lugar, según la cadena RTS, incluidos miembros de la unidad antiterrorista que patrullaban la autopista.
La carretera que conecta con las localidades de Malo Orasje y Dubona, donde ocurrió el tiroteo, habían sido cortadas por la policía. Familiares preocupados se congregaron frente a un centro médico de emergencias en Belgrado donde fueron trasladados al menos ocho de las personas heridas en el ataque, dijo la televisión N1. La ministra de Sanidad, Danica Grjuicic, visitó el lugar. El ministro de Interior, Bratislav Gasic, aseguró que el suceso fue un «acto terrorista», según RTS.
El presidente serbio anunció el viernes un amplio plan para retirar cientos de miles de armas en poder de los habitantes. Vucic precisó a principios de la semana que había más de 760 mil armas de fuego registradas en el país de aproximadamente 6.8 millones de habitantes.
«Vamos a proceder a un desarme casi completo de Serbia», declaró Vucic en una conferencia de prensa retransmitida el viernes en directo. Añadió que se hará una revisión masiva de las armas registradas y que se tomarán medidas enérgicas contra las armas ilegales. En este país balcánico, la posesión de armas es alta y los campos de tiro son populares, pero se requieren permisos especiales para poseer armas de fuego, por lo que Vucic había propuesto desde el miércoles una moratoria de dos años en la concesión de nuevos permisos.
Además, un gran número de armas quedaron circulando en el territorio tras las guerras en los Balcanes durante la década de 1990, cuando tuvo lugar la sangrienta desintegración de Yugoslavia.
La detención del atacante coincide con el inicio de los tres días de luto decretados por el gobierno tras la masacre ocurrida el miércoles en una escuela de primaria de Belgrado. Además de las nueve víctimas mortales, seis niños y una profesora resultaron heridos. Dos de ellos se encuentran en situación crítica tras someterse a varias operaciones, según autoridades médicas. El atacante fue detenido poco después de la matanza en el recinto de la escuela, donde esperaba la llegada de los policías, e ingresó en un hospital psiquiátrico.
Su padre, un reputado médico y propietario del arma usada, fue arrestado y debe declarar este viernes ante la justicia. La madre también fue interrogada. La violencia armada en las escuelas es extremadamente inusual en Serbia, un país de siete millones de habitantes con alrededor de 765 mil armas registradas.