martes, noviembre 5, 2024

¿Comería usted sapos?

En política mostrar las debilidades de uno es fatal y para su desgracia Claudia Sheinbaum ya las exhibió a todo México.

Las mostró con su reclamo al presidente del Consejo Nacional de Morena, Alfonso Durazo, a quien le exigió respeto porque la recibieron a gritos de “piso parejo” en el Consejo Político de ese partido y reveló estar cansada de esas situaciones.

Y las mostró cuando, días antes, ve de reojo a Adán Augusto López escribiendo en su celular y de una sonrisa pasa al rostro descompuesto.

¿Qué pudo ver la exjefa de Gobierno que escribía el ese entonces aún secretario de Gobernación?

Nada, salvo que tuviera la vista del personaje conocido como el Hombre Nuclear, pero seguramente sí pudo ver con quién se mensajeaba. Y para que su cara pasara de la alegría a lo agrio solo pudo ser que vio que Adán Augusto se escribía con López Obrador.

Así que en una semana Claudia Sheinbaum mostró a sus seguidores, enemigos y espectadores de todo el país que se enoja mucho y con facilidad ante situaciones adversas y que es envidiosa.

Bien harían los asesores contratados, esos que ya le hicieron cambiar su forma de vestir, en prepararla para que disimule sus debilidades y hacerle ver que Ruiz Cortines (priista reconocido por AMLO) llegó a la Presidencia de la República porque sabía y aplicó eso de que “la política es el arte de comer sapos sin hacer gestos”.

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