Política cero
Jairo Calixto Albarrán
Debo reconocer que no me lo esperaba, y no me refiero a Dante del Nabo burlándose del pricámbrico temprano, que con ellos ni de esquina, y menos con el Titanic de la oposición que tripula Claudio XXX. Sobre todo porque no estamos hablando de un encumbrado estadista ni de una fuente inagotable de carisma político, sino de un personaje que padrotea de manera porfiriana al cascarón de un movimiento que ni ciudadano es. No, me refiero a la aspirante a madre superiora y dirigente de la vela perpetua, la escritora Lupita Loaeza, que en nombre de la gente bien, puso a Lady X al nivel de la Virgen de Guadalupe. Ella salvará a México de la Dictadura macuspánica. Todo de una manera muy laica en su esfuerzo por competir con Verástegui para ver de qué fervor salen más cristeros.
Al rato dirá que, además de ser casi tan izquierdista como Ribo Creel, Xóchitl es la santísima trinidad encarnada.
Como quiera que sea, el otro día estaba pensado que el sector opositors, como no tiene un proyecto verdadero, por eso es demasiado reactivo a lo que dice el Presidente: cuando dijo que la candidata era Lilly Téllez de volada la ungieron, y cuando señaló hacia Santiago PRIL lo nombraron santo patrono, y ahora que destapó a la señora Gálvez, en friega la endiosaron y los del PRIANChu se declararon maoístas nivel Raúl Salinas. Así que si a AMLO se le ocurriera decir que el ChikiliQuadri es el bueno, es muy probable que bajen a Xóchitl y conviertan al del mostachón en el nuevo Niño Fidencio de la ultraderecha.
Por eso también hasta el bueno para nada de Chiflano Aureoles se fue a inscribir a la contienda opositora a ver si le toca algo (me dicen que puso a Brozo y Loret a que le junten las firmas) y mientras se hacía la vístima, le echó la culpa de todo al Presidente.
Ni modo, la oposición está muy cascada, muy fatigada. Sobre todo porque ahora la obligan a disfrazarse de medio progre y buena ondita. Todo, mientras Gurría hace en friega el proyecto de nación basado en las dolorosas recetas del Fondo Monetario Internacional, el neoliberalismo salinista-zedillista-calderónico-foxista que convierte a la mano de obra en esclavos del sector 7G como Homero Simpson a merced del señor Burnstavo de Hoyos. El mandato será claro: Xóchitl Gálvez debe pelear porque en un ejercicio democrático todos los mexicanos vendan gelatinas, menos los de la Coparmex.
Les digo que AMLO juega con la oposición como un gato con su bola de estambre