Agencias/Sociedad 3.0
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México ha enviado una segunda nota diplomática al Departamento de Estado de Estados Unidos, reiterando las inconformidades del país respecto al muro de boyas flotantes que el gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó instalar a lo largo del Río Bravo. Esta medida ha generado tensiones entre ambos países y ha sido motivo de preocupación por parte de las autoridades mexicanas.
La canciller Alicia Bárcena, en su primera participación en una conferencia de prensa matutina junto al presidente Andrés Manuel López Obrador, informó sobre la situación y señaló que el muro flotante viola el Tratado de Aguas entre México y Estados Unidos, además de propiciar violaciones de los derechos humanos de los migrantes.
La SRE ha enviado dos notas diplomáticas claras en las que se expresa la preocupación de México por la violación del tratado de 1944 y 1970 debido a la instalación del muro de boyas flotantes. El presidente Joe Biden, atendiendo la solicitud del presidente López Obrador, presentó una denuncia contra el estado de Texas a través del Departamento de Justicia de Estados Unidos, lo cual representa un respaldo del gobierno federal a México en esta controversia.
Recientemente, la sección mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas realizó un recorrido por la zona en el Río Bravo entre Piedras Negras y Eagle Pass, donde se constató que la colocación de las boyas ha provocado la construcción de terraplenes que obstruyen y desvían el flujo del cauce. También se identificaron contenedores metálicos de carga dentro de la zona de inundación y una malla tipo concertina sobre el bordo.
El muro de boyas plásticas flotantes se extiende a lo largo de 305 metros, de los cuales, aproximadamente 100 metros se encuentran en territorio estadounidense y la mayoría, 205 metros, en territorio mexicano.
La canciller Bárcena enfatizó que aunque se trata de una porción relativamente pequeña en comparación con los 3,500 kilómetros de frontera total, lo importante es destacar el principio de la violación del tratado y la preocupación por la preservación de los derechos humanos de los migrantes.
El tema continúa siendo motivo de seguimiento y diálogo entre México y Estados Unidos en busca de una solución que respete los acuerdos internacionales y garantice la seguridad y derechos de todas las personas involucradas.