sábado, mayo 4, 2024

Porque el miedo no anda en burro…

Opiniones y Comentarios                                                                                                      

Quien reniega de su pasado y su realidad, tiene un serio problema de identidad.  Hace ya bastantes años, tuve un socio haitiano, el doctor Antonin Rigaud.  Y en alguna ocasión, yendo a ver a un cliente por la calzada de Tlalpan, en algún predio vacío de los que ahora ya no hay en ese hormiguero de animales, como calificó al entonces DF el recordado Chava Flores (1920 – 1987) se encontraban jugando fut unos muchachos…

Quienes, al verlo, se acercaron gritando “un negrito, un negrito” y le mandaron la pelota con el propósito de animarlo a echar una “cascarita”.  Yo, pensando que podría incomodarse, intervine y les dije que no lo molestaran…

Pero él se puso a jugar con ellos un momento; y después proseguimos nuestro camino.  Ya andando, intenté disculparlos diciendo lo impertinentes que son los jóvenes.  Me atajó las palabras y me dijo algo que fue muy significativo…

“Cuando vayas a mi Tierra, los muchachos van a salir a nuestro encuentro gritando “un blanquito, un blanquito”.  ¿Te vas a molestar?  Desde ese entonces, al dirigirme a él, siempre lo hice diciéndole “negro…”; él a su vez siempre me dijo “blanco”…

Lo traigo a cuento, porque la señora Sheinbaum, quien por cierto no ha suspendido sus campañas de millones de pesos que curiosamente nadie sabe quiénes las patrocinan, a pesar de que tiene prohibido hacerlo, se molestó porque Vicente Fox le llamó “judía búlgara”, lo que da a entender que la señora reniega de sus orígenes…

Debo suponer que Fox no se molestaría si la señora “C” -en concordancia con la señora X, como llaman a Xóchil– le dijera que es un “mocho mexicano”; porque finalmente lo es.  Pero quien no se acepta a sí mismo, difícilmente podrá aceptar a los demás como son…

Y no puedo anticipar lo que nos esperaría si llegara a la Presidencia semejante títere de cola de caballo, porque finalmente nadie la quiere.  Los videos de sus “recepciones”, dan clara cuenta de ello.  Pues cuando no la dejan sola, le gritan barbaridad y media y, literalmente, le mientan la madre…    

Pero afortunadamente no va a llegar.  Es una vil copia del despreciable. Y menos ahora, ya que conforme se vaya acercando el 2024, van a ir saliendo a la luz pública, todas, bueno, no todas, se necesitarían años para dar a conocer las mentiras que el Presidente López Obrador ha dicho desde que llegó como titular del Ejecutivo; y las promesas que ofreció desde que era candidato…

Pues el individuo ha pasado de ser un despreciable demagogo, a convertirse en un delincuente que ha engañado a quienes ilusamente creyeron que era una víctima.  Papel que ha venido desempeñando ya desde hace rato, solo que infructuosamente…

En el entendido de que no es ninguna justificación el que haya enloquecido; como lo demuestran sus arrebatos y las carcajadas de loco que se avienta desde el púlpito de sus insufribles mañaneras, pues su desajuste mental no lo eximirá del juicio que le espera…

Ya son muy pocos quienes le creen; y son todavía más quienes le tienen guardadas sus fechorías para mejores tiempos.  Como viene siendo el caso del gobierno de Joe Biden, desde donde lo tienen bien fichado como narco y ya le arman un expediente como terrorista.  Por lo que su futuro es tan negro como la piel de Obama…

Y todo, porque su mentado y fracasado Banco del Malestar, como se le conoce, está considerado como lavadero de dinero, debido al desmedido incremento de remesas que llegan desde EE.UU. pues en escasos dos años ya van por 60 mil millones de dólares que nadie sabe en dónde están…

Y más sospechoso aún, fue que, a raíz de la visita de legisladores norteamericanos, de hecho, solo dos horas después de la entrevista, López Obrador ordenó que se retirara al Banco de las remesas.  Porque el miedo no anda en burro.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

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