Dr. Rafael Vela Martínez
La semana pasada se llevó a cabo la XV Cumbre anual de los BRICS; esto es muy relevante porque son un grupo de países emergentes con gran potencial de crecimiento económico y cooperación multilateral, que surgieron como una alternativa ante la política neoliberal e imperialista impuesta por los Estados Unidos (E.U.); como se sabe, con base en el decálogo del Consenso de Washington, E.U. ha condicionado a los países bajo su hegemonía a una serie de políticas que han fortalecido su control económico y la dependencia productiva y comercial de las naciones a través del FMI, BID y la OMC.
El término de los BRICS fue acuñado en 2001 por el economista Jim O’Neill, quien agrupó a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica en un solo bloque económico. Esta Cumbre de los BRICS, realizada la semana pasada, fue particularmente importante porque representó una respuesta a la ofensiva norteamericana que, a través de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha cercado la actividad económica de Rusia y en gran medida de China. Los resultados de esta cumbre aún no se han dado a conocer, pero se advierte con claridad que traerá consigo un nuevo orden mundial que desplazará la era de la globalización económica y muy posiblemente acabará con la hegemonía de Estados Unidos como potencia líder a nivel mundial, lo que implicaría que en breve tiempo, el dólar deje de ser la moneda dominante para transacciones comerciales a nivel internacional.
De los 40 países que en ésta Cumbre solicitaron su incorporación, sólo fueron aceptados seis: Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán, Etiopía y Argentina. Con dicha alianza, ahora estos 11 países ejercerán el control del 80 por ciento de la producción mundial de petróleo; y, si como es probable, en la próxima cumbre se acepte el ingreso de Venezuela, Argelia y Kazajistán como nuevos miembros, controlarían hasta 90 por ciento del petróleo y el gas comercial globalmente; además de las mayores reservas de litio, que es materia prima básica para el desarrollo tecnológico.
¿Por qué es tan importante estar al tanto de los acuerdos de esta Cumbre de los BRICS? Porque durante muchas décadas la hegemonía norteamericana condicionó el desarrollo de numerosos países, dictándoles el rumbo de sus políticas económicas; por su parte, los países integrados en los BRICS, marcaron su propia ruta de desarrollo económico y resultó ser todo un éxito; pues rápidamente se convirtieron en países con economías emergentes y ahora potencias mundiales; mientras que por otro lado países que, como México, siguieron la disciplina económica marcada por los Estado Unidos, siguen con sus graves problemas de falta de crecimiento económico, desempleo, pobreza, marginación y limitado ingreso de los trabajadores. Tan solo para evidenciar que México hasta la actualidad ha tomado malas decisiones en materia económica, veamos un breve comparativo histórico de las economías latinoamericanas y los BRICS.
Para realizar esta comparación, se utilizará como indicador el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita, que mide el valor de los bienes y servicios finales producidos por un país en un año, dividido por el número de habitantes. Según los datos disponibles, el PIB per cápita promedio de América Latina pasó de 5,519 dólares en el año 2000, a 8,424 dólares en 2019, lo que representa un incremento del 52,6% en dos décadas. Por su parte, el PIB per cápita promedio de los BRICS pasó de 2,139 dólares en el año 2000 a 7,840 dólares en 2019, lo que representa un incremento del 266.6% en el mismo período (52.6% versus 266.6%). Estos datos muestran que los BRICS han tenido un crecimiento económico histórico mucho más acelerado que América Latina, lo que se refleja en su mayor participación en el PIB mundial. Mientras que América Latina pasó de representar el 7% del PIB mundial en 2000 al 9% en 2019, los BRICS pasaron de representar el 8% al 23% en el mismo lapso (7% versus 23%).
Se pueden distinguir tres etapas en el crecimiento económico histórico de América Latina y los BRICS: la primera, desde el año 2000 hasta la crisis financiera global de 2008; la segunda, desde la crisis hasta el año 2014; y la tercera, desde el año 2015-2020.
En la primera etapa: 2000-2008. En este periodo tanto América Latina como los BRICS experimentaron un auge económico impulsado por el aumento de los precios de las materias primas, la demanda externa, la inversión extranjera directa, las reformas estructurales y la estabilidad política. El PIB per cápita promedio de América Latina creció a una tasa anual del 3% entre 2000 y 2008, mientras que el PIB per cápita promedio de los BRICS creció a una tasa anual del 9.7% en el mismo período (3% versus 9.7%)
Segunda etapa: 2009-2014. En este periodo el PIB per cápita promedio de América Latina creció a una tasa anual del 2%, mientras que el PIB per cápita promedio de los BRICS creció a una tasa anual del 5,6% en el mismo período (2% versus 5.6%).
En la tercera etapa: 2015- 2020. En este periodo el PIB per cápita promedio de América Latina creció a una tasa anual del 0.4% entre 2015 y 2019, antes de caer un 7,7% en 2020 por los efectos negativos de la pandemia de COVID-19. Por su parte, el PIB per cápita promedio de los BRICS creció a una tasa anual del 4,4% entre 2015 y 2019, antes de caer un 3,7% en 2020 por la misma razón de la pandemia. (crecimiento per cápita promedio anual 3% versus 9.7%)
China ha experimentado un crecimiento económico extraordinario desde la década de los ochenta, cuando inició su proceso de reforma y apertura al mercado mundial. Su PIB se ha multiplicado por más de 70 veces desde entonces, y su PIB per cápita por más de 50 veces. China se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo, solo superada por Estados Unidos, y en el mayor exportador e importador de bienes. Sudáfrica, por su parte, su PIB se ha multiplicado por casi 40 veces desde 1960, y su PIB per cápita solo por 20 veces, pero muy envidiable por países como México. Por su parte la India, su PIB se ha multiplicado por más de 70 veces desde 1960, y su PIB per cápita por más de 25 veces. India es la quinta economía más grande del mundo, y la segunda más poblada después de China.
Por su parte, México, desde mediados de los setenta hasta mediados de los noventa, el PIB creció a una tasa promedio anual de 2.4%, y el PIB per cápita se estancó; posteriormente, para el periodo que va desde los noventa hasta finales de los dos mil, México logró superar los efectos negativos de la crisis financiera asiática de 1997 y la recesión estadounidense de 2001, y logró que el PIB creciera a una tasa promedio anual de 3%, y el PIB per cápita aumentara en un tercio. Para el periodo 2001-2018, el PIB de México creció a una tasa promedio anual de 2,2%, y el PIB per cápita aumentó ligeramente. Para el periodo 2019-2022, la economía mexicana ha crecido de la siguiente manera: en 2019: -0.1%; 2020: -8.0%; 2021: 4.7%; 2022: 3.0%; en promedio, para este periodo, que es la administración del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la economía mexicana ha crecido -0.9977%; prácticamente -1%. Esto indica que la economía mexicana no ha logrado recuperar el nivel de producción que tenía antes de la pandemia, y que aún enfrenta desafíos para alcanzar un mayor crecimiento y desarrollo.
Regresando al escenario del muy probable nuevo orden mundial determinado por los BRICS, donde Estados Unidos es muy factible pierda la hegemonía económica mundial y el dólar deje de ser la moneda de cambio líder para transacciones económicas a nivel mundial. La pregunta es: ¿México seguirá apostando a la política económica dictada por el vecino país del norte, como hasta ahora?, pues más allá del discurso en contra del neoliberalismo económico de la actual administración federal, México con el gobierno de la 4T, ha seguido siendo un país sumiso, e incluso más neoliberal e incondicional de los Estados Unidos que gobiernos anteriores. Por el momento desde la Presidencia de la República se han pronunciado anti BRICS. ¿Cuál es el escenario en materia económica y social que se avecina para México? En próximos trabajos abordaremos este tema.
En tanto ya no será la OPEP, sino los BRICS, quienes determinaran la producción y el precio del barril de petróleo, ¿Se avecina un nuevo BOOM petrolero para nuestro país? O, por contraparte, en tanto Arabia Saudita, antes aliado de E.U. ahora se unió a los BRICS, ¿Sabotearan la producción de petróleo de países que, como México, no están alineado con este grupo?. En todo caso ¿Cuál es el escenario para México y para Veracruz en este contexto? ¿Acaso los gobernantes están pensando en ello?, o siguen enfrascados con sus corcholatas. Triste realidad.