sábado, mayo 4, 2024

 Se voló la barda…

Para quien no cree en la democracia; no tiene ningún favorito y por ello no pierde el tiempo en votar; para que, a resultas, en el mejor de los casos se queden más o menos como estaban antes del gastadero de dinero que representan las elecciones.  Derrama económica le dicen lo que de eso saben…

Lo que sí varía con los cambios, es el número de nuevos ricos.  Y por supuesto el monto de los fraudes.  Segalmex va a la cabeza; y por mucho.  Por lo que, oír hablar al Presidente López Obrador, de honestidad, es como para llamar a la ambulancia de la que antes fuera “La Castañeda”…

Observar lo que sucede en torno al poder y las “elecciones”, si no fuera por la ingenuidad de la gente -aunque a cierta edad, la ingenuidad se llama de otra manera- puede resultar hasta divertido…

Es como si te invitan a un deporte del que no saben bien a bien de lo que se trata.  No conoces las reglas, ni a los contrincantes.  No se tiene favorito.  Da igual que gane uno u otro…

Pues así en la democracia, ver cómo se dan golpes bajos, no para convencer a los votantes con propuestas originales, sino para descalificar al oponente, es más o menos…  

Pero poco se han analizado los beneficios que han traído consigo los extremadamente prematuros destapes de corcholatas, de las que graciosamente una internauta definió como corcholacras, Jejé…

Pero sin duda que es un tema interesante que vale la pena abordar.  Porque, por algo lo hizo el viejo marrullero que vive en Palacio, quien ya ha perdido el toque, y a quien las cosas le empiezan a salir mal…

El Presidente confía en que todas las corcholatas le seguirán siendo fieles después de que la consulta popular -y su dedito- le den la victoria a cualquiera; da igual.  Si están arreglados y ya sabían desde antes cómo iba la pichada y todo es un show, ninguno protestará…

Pero a juzgar por las patadas por debajo de la mesa y el servilismo de los corcholatos tratando de quedar bien con el titiritero, no todos van a quedar conformes.  Las senadurías y diputaciones prometidas lo mismo y no las cumple.  Nunca ha cumplido lo que promete…

Y aunque hacia afuera todo sea armonía; los chismes y filtraciones que solo ellos saben y cada cual a su manera, estarán a la orden del día.  Como también lo están los asesinatos en este México en el que no pasa nada; pero sí pasa…

Es una regla, que nunca se debe de escribir cuando se está enojado.  Pero eso le valió un rábano al Presidente tabasqueño y le envió una carta a César de Castro, abogado de Genaro García Luna…

Ostensiblemente molesto, el texto lo dice todo, pues sin ambages le dice que “Tenía muchas ganas de demandarlo”, asumiendo que ganaría el pleito por daño moral y difamación…

Después de decirle que “calumnia y difama”; y que su actuación fue “alevosa y arrogante”.  Y por poner en duda la dignidad del Presidente de México, o séase, de él ¿? La carta completa está en Internet; por lo que solo haré referencia al último párrafo…

Después de enfatizar que la carta es fundamentalmente moral “…decidí escribirle esta carta para exhortarlo a que nunca olvide que el fin no justifica los medios; que la mentira, jamás podrá prevalecer por encima de la verdad y que lo más importante en la vida, no es ni el poder ni el dinero, sino la honestidad”.  Se voló la barda.

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.  

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