En Morena la mecha ya se prendió, o tal vez suena mejor decir que Marcelo Ebrard la prendió.
Con la rebelión de los diputados federales que lo apoyan, que anunciaron que presentarán diversas denuncias penales en contra de la Secretaría de Bienestar, por el
“uso y la manipulación de los programas sociales en favor de Claudia Sheinbaum”, la lumbre amenaza alcanzar el Palacio Nacional.
En realidad, no se necesita ser un especialista o un experto para darse cuenta que si la Secretaría de Bienestar y los gobiernos de los estados de Morena están apoyando en forma abierta y sin límites a la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, es porque no solo lo permite López Obrador, sino porque él mismo así lo ordenó.
No se debe olvidar que AMLO tiene obsesión por pasar a la historia como un gran transformador y, entre otras cosas, que pretende (algunas han resultado ya un fracaso o no han prosperado) dejar en la Presidencia por primera vez a una mujer, a su hija política putativa, o sea, la señora Sheinbaum, por encima de todo y de todos.
La rebelión de los diputados marcelistas (aseguran que son más de 80) deja entrever ya la división en las filas morenistas, pero exhibe también al gobierno obradorista de haber vuelto a las viejas prácticas del PRI de recurrir a las peores artes de la política para imponer a una candidata.
En su conferencia de prensa ayer en el Palacio Legislativo de San Lázaro, los diputados anunciaron que acudirán ante la Fiscalía Especializada para Delitos Electorales, que depende de la Fiscalía General de la República, ante el INE y ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, para presentar formalmente las denuncias.
El diputado Emmanuel Reyes Carmona dijo que tienen pruebas de que en varios estados han visto a personal que está en la nómina de la Secretaría de Bienestar y que reparten publicidad en favor de Sheinbaum.
Si formalizan las denuncias pero además presentan pruebas, entonces exhibirán también la corrupción que hay en el gobierno de López Obrador, cómo se desvían recursos públicos para favorecer a una candidata violando no solo un acuerdo partidista interno sino también las leyes.
Independientemente de las consecuencias legales que habría, con el paso anunciado por los diputados federales descarrilarán el proceso del presidente, con el que pensaba conducir en forma tersa y sin complicación su relevo, además con una candidata a modo, para la que no esperaba competencia.
De Veracruz tienen muchas pruebas
En el caso local de Veracruz, una colaboradora del equipo de Marcelo comentó al columnista que en Veracruz hay abundante material para probar el apoyo del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez a Sheinbaum, material gráfico y de videos, así como testimonios de trabajadores y maestros a los que se ha obligado a ir a sus actos pero también a salir a realizar trabajo de brigadeo y a repartir “periodiquitos” y propaganda a favor de la mujer.
(En realidad, por lo que hace al estado, pero se supone que sucederá en todo el país, lo único que harán los diputados federales de Morena será adelantarse a la oposición, pues se sabe que en Veracruz los diferentes partidos han ido recogiendo, reuniendo y guardando los testimonios para, en el momento que consideren oportuno, presentar también denuncias formales por el desvío de recursos públicos e igual por la violación a los tiempos electorales legales.)
Cierra, pues, la semana con el proceso interno de Morena a punto de dinamitarse, lo que pondría en riesgo la unidad interna y, como consecuencia, que pudieran retener la Presidencia.
En medio de todo, parece que el único que se da cuenta lo que puede venir es Ricardo Monreal, quien está llamando a los aspirantes a reunirse para limar asperezas.
“Es muy importante la unidad, que con rapidez nos reunamos, que sanjemos cualquier diferencia, cualquier malentendido, no echemos a perder nuestro movimiento, los llamo a la cordura, no vale que por ambiciones personales dividamos al movimiento”.
Mientras, el Frente avanza
Por su parte, el Frente Amplio por México avanza también en su proceso, pero, hasta ahora, de manera ejemplar, sobre todo de cara a los electores.
Ayer los finalistas que aspiran a la candidatura, Xóchitl Gálvez, Beatriz Paredes y Santiago Creel participaron en el primer foro regional que tuvo lugar en Durango, en el que coincidieron en demandar a López Obrador que dé la cara a los familiares de los cinco jóvenes de Guanajuato, plagiados y asesinados en Lagos de Moreno, Jalisco.
Además, exigieron un cambio en la política de seguridad, porque la actual estrategia, dijeron, ha sido un fracaso.
En lugar de pleitos entre ellos están confrontando sus puntos de vista sobre los graves problemas que afectan a los mexicanos, con la intención de buscarles solución.
Encuesta de El Heraldo alborota el corral local
Una encuesta publicada ayer por Poligrama y El Heraldo de México, como era de esperarse despertó diversos comentarios, en especial por el hecho de que el diputado federal del PRI Pepe Yunes es quien, de la oposición, más se acerca a Rocío Nahle, de Morena, quien aparece como puntera.
No puede desestimarse el ejercicio de medición y su registro de tendencias a diez meses de las elecciones, pero en mi caso me resultó extraño que no se incluyera entre los aspirantes a la gubernatura a quien considero un aspirante consistente como es Manuel Huerta a quien, según mi punto de vista, no se le puede descartar por el gran trabajo que ha realizado entre la base electoral aplicando los programas sociales de Bienestar.
La encuesta, pues, no estuvo completa, pero mientras atengámonos para comentario con las cifras que dio.
Así, la señora Nahle tendría una preferencia electoral de 25.9%, contra 18.3% de Pepe Yunes, una diferencia de solo 7 puntos, significativos si se toma en cuenta que la secretaria de Energía, como en el caso de Claudia Sheinbaum, cuenta con todo el apoyo de los gobiernos federal y del estado, mientras que el priista se atiene solo a lo suyo.
Si bien como partido Morena arrasaría, según el 62.5% de preferencia que registra, contra solo 12% del PAN y 7.5% del PRI, en el careo entre aspirantes, Pepe no se ve mal y la diferencia de 7 puntos es relativamente baja y remontable en el tiempo que falta para acudir a las urnas.
En el caso de los aspirantes de Morena, en segundo lugar aparece el alcalde Ricardo Ahued, con 21.7%, cantidad muy significativa si no fuera porque él insiste en que no participará. Y en tercer lugar aparece Eric Cisneros con 16.4%, el verdadero enemigo a vencer de Nahle, pues luego de ser su aliado y coordinador optó por enfrentársele buscando la candidatura, que le sigue disputando ya sin ningún límite.
En cuanto a la oposición, Julen Rementería es quien más se le acerca a Pepe, con un porcentaje de 15.1%, y en tercer lugar aparece Fernando Yunes con 11.9%.
Llama la atención que los encuestadores midieron la preferencia electoral entre José Manuel del Río Virgen y Sergio Gil Rullán, de Movimiento Ciudadano, superando el primero al segundo con 19.3% contra 11.2%, respectivamente.
Cabe esperar que a partir de ya el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez inicie e intensifique una campaña de descalificación contra Pepe Yunes, quien podría ser el candidato del Frente Amplio por México en el estado y les dé seria competencia, además porque él sí es veracruzano.
Falta todavía para que se inicie el proceso electoral local y para las elecciones, pero encuestas como la de Poligrama y El Heraldo van a ir calentando, cada vez más, el ambiente y, se espera que suceda, animando a los electores a participar.
Necesariamente, quien resulte candidato o candidata presidencial en Morena y en el Frente van a mover tendencias y a beneficiar a los candidatos de sus coaliciones.