domingo, mayo 19, 2024

Guerra de mujeres en Guajanuato


En Guanajuato, estado gobernado por el PAN durante los últimos 32 años, los panistas se preparan para defender su bastión político del Bajío, un territorio en donde no ha podido penetrar Morena ni la 4T, si bien han crecido las preferencias por el partido lopezobradorista. La decisión tomada desde el CEN blanquiazul es que su candidata al Gobierno del Estado en los comicios de 2024 sea una mujer y, a partir de que el dirigente nacional, Marko Cortés, declaró públicamente que «en Guanajuato, el estado más panista, tendremos gobernadora», se desató una feroz lucha política entre las principales aspirantes al cargo.

Tres son las aspirantes mujeres que han levantado la mano y que tendrían posibilidades de obtener la nominación blanquiazul. Las dos primeras, que son vistas como las más fuertes, son Libia Denisse García Muñoz Ledo, actual secretaria de Desarrollo Social y Humano en el gabinete estatal y quien es señalada como la «favorita» del gobernador Diego Sinhue Rodríguez y, la alcaldesa de la ciudad de León, Alejandra Gutiérrez Campos, a quien se le considera como más cercana al dirigente Marko Cortés. La tercera en discordia es la senadora panista Alejandra «la Wera» Reynoso, quien no trae padrinazgo político, pero sí una trayectoria local que la acredita como aspirante legítima, aunque no la hayan considerado para la Mesa de Diálogo Político que acordaron instalar el CEN panista y el Gobernador, a fin de parar los pleitos y encontronazos entre las aspirantes.

Cada una de ellas, a su estilo, se ha proclamado como la mejor opción para encabezar la primera gubernatura femenina en la historia del estado occidental. «Claro que sí quiero. Sería un honor representar a las mujeres de Guanajuato que tanto hemos luchado por hacer valer nuestra voz en espacios tan importantes», ha dicho Libia García, quien antes de ocupar la cartera de Desarrollo Social -a donde la mandó el Gobernador para volverla candidateable- fue la primera secretaria de Gobierno en la historia del estado. Alejandra Gutiérrez, por su parte, se dice dispuesta a todo para ganar la candidatura: «yo voy derecho y no me quito, porque esto ya es un tema de convicción, me encanta trabajar en mi estado y mi municipio».

Por su parte, la senadora Alejandra Reynoso también está echada para adelante, aun cuando el dirigente panista Marko Cortés no la invitó a la reunión que sostuvo en la Ciudad de México con las otras dos aspirantes el pasado mes de julio. «En el momento que viene para Guanajuato de 2024 tengo la experiencia, tengo la capacidad y entonces por qué no intentarlo y por qué no aspirar a poder dirigir los destinos de Guanajuato en los siguientes años y contenta justo de este momento en el que yo puedo decidir, quiero decidir y estoy dispuesta a participar en el proceso cuando se establezcan las bases», declaró en agosto pasado la «Wera» Reynoso.

Así que de las tres precandidatas que hay en este momento en Guanajuato, dos de ellas, Libia García y Alejandra Gutiérrez, están enfrascadas en un pleito que las ha hecho ver muy mal ante la sociedad. En un sector muy importante en el estado, como lo son los empresarios guanajuatenses, se comenta que las dos aspirantes que hoy puntean en las encuestas «han mostrado muy poca altura» con sus disputas y enfrentamientos, aunque ningún empresario se anima a decirle lo que piensan al Gobernador.

Y en ese escenario polarizado, en medio de la guerra entre mujeres que libran la secretaria favorita del Gobernador y la Alcaldesa de León, la que resulta beneficiada y va ganando terreno es sin duda la senadora Reynoso que, por su cercanía con los temas sociales, sobre todo con los problemas de violencia que vive Guanajuato, está avanzando en los sondeos y podría dar la sorpresa por ser la que mayor experiencia y solidez política tiene entre las tres aspirantes. Eso sí, la llamada «Wera» no es la favorita del Gobernador ni tampoco del dirigente panista, pero en una de esas da la sorpresa y se convierte en la opción que no divida ni confronte al panismo guanajuatense.

Porque en Morena saben bien que la guerra femenina entre las dos aspirantes puede terminar en una fractura para el PAN y le apuestan a eso para intentar arrebatar el bastión blanquiazul que, en 32 años de dominio absoluto panista, no ha conocido la alternancia. Decía el slogan de una obra de teatro de los años 90, que «entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño». 

¿Será que la guerra de mujeres en Guanajuato se termina resolviendo políticamente o será que habrá un rompimiento que le abra la puerta a Morena y a su eterno candidato Ricardo Sheffield? Los dados mandaron Escalera Doble. Subida.

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