Antonio Lagunes Fuertes
Los avances tecnológicos propician una transformación constante en la sociedad actual. La educación no es ajena a esta continua evolución, este hecho obliga a reflexionar sobre los modelos actuales educativos y su pertinencia para preparar a las futuras generaciones.
Ante esto, es necesario que la educación transite hacia modelos más flexibles, personalizados y centrados en el estudiante. Se requieren paradigmas educativos que aprovechen las posibilidades que ofrecen las tecnologías y los entornos digitales de aprendizaje, tanto hoy como en el futuro. Con la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), es cada vez más factible un aprendizaje realmente personalizado y flexible, que se adapte en función de las necesidades de cada persona.
Este panorama dibuja la posibilidad de un cambio disruptivo en la educación. Un enfoque que concede el acceso a una nueva modalidad conocida como «educación disruptiva». Según el sitio Ined21.com, la educación disruptiva se constituye como un modelo innovador que rompe con los esquemas tradicionales. Se enfoca en el aprendizaje personalizado a través de metodologías activas. En este paradigma educativo, prima la autonomía del estudiante y el aprendizaje basado en proyectos, dejando de lado las clases magistrales. Además, este modelo educativo aprovecha las posibilidades que ofrecen las tecnologías de información y comunicación, especialmente la Inteligencia Artificial (IA). También implica modificar roles, el docente se convierte en un facilitador del aprendizaje.
El mismo sitio, menciona que este modelo ya está generando resultados positivos en algunas empresas e instituciones educativas. Sin embargo, existen retos que es necesario hacer frente. Juan Domingo Farnós, docente, investigador y asesor en distintas universidades del mundo, menciona que es necesario atender el rediseño de planes de estudio, readaptar la evaluación y formar a los profesores. Este especialista, señala a la educación disruptiva como clave en el siglo XXI para formar a los estudiantes con habilidades que les permitan desenvolverse en un entorno en constante cambio y hacer frente a desafíos complejos. Se requieren espacios educativos donde se privilegie el aprendizaje experiencial, la resolución de problemas y el trabajo colaborativo mediante proyectos.
En este sentido, es donde la IA, surge como un elemento con la capacidad de impulsar la educación disruptiva al brindar apoyo personalizado a gran escala. Esta tecnología puede monitorear el progreso de cada estudiante, adaptar ejercicios a sus necesidades específicas e incluso predecir dificultades para ofrecer recomendaciones a tiempo, a través de desarrollos como asistentes virtuales y los tutores inteligentes. Farnós refiere otras utilidades que la IA ofrece a la educación disruptiva, como el análisis de grandes cantidades de datos para crear modelos personalizados de cada estudiante, detectar sus puntos fuertes y débiles, y recomendar contenidos y actividades adaptadas a sus características y ritmos de aprendizaje.
Ejemplos de asistentes virtuales basados en IA los podemos encontrar en plataformas educativas como Coursera o edX, los cuales apoyan a los usuarios en su recorrido formativo de manera individualizada. En este punto, es importante señalar que, pese a sus utilidades y posibilidades, la IA es un apoyo al proceso de enseñanza-aprendizaje, no un sustituto del docente. Su función es facilitar la actividad docente y mejorar el aprendizaje del alumno apoyando de forma complementaria.
La unión de un modelo educativo disruptivo con la IA permite imaginar la construcción y surgimiento de nuevos paradigmas de aprendizaje clave para el futuro de la enseñanza en el siglo XXI. Se observan ventajas evidentes para formar a las nuevas generaciones con habilidades blandas y de resolución de problemas, dotándoles de competencias que les permita desenvolverse en entornos profesionales en constante cambio.
Sin embargo, también plantea retos y desafíos como garantizar la equidad y la exclusión digital, cerrando brechas tecnológicas, asegurando que todos los estudiantes, independientemente de su contexto socioeconómico, puedan beneficiarse de la simbiosis entre la educación disruptiva y la inteligencia artificial. Asimismo, es necesario revisar planes de estudio, formar al profesorado en estas tecnologías y fomentar una nueva cultura educativa que permita incrementar las posibilidades humanas y no buscar su sustitución. Finalmente, es necesario asegurarse que los sistemas privilegien la transparencia, la seguridad de los datos y sean respetuosos con los derechos y valores éticos.
La correcta implementación de la educación disruptiva, con la IA como aliada, puede acarrear grandes repercusiones en pro de una enseñanza más inclusiva y eficaz. Construir nuevas formas de enseñanza y aprendizaje más inclusivas, accesibles y efectivas para formar a las nuevas generaciones en la era digital. Sin embargo, requiere el esfuerzo conjunto de todos quienes participa en la educación. Es necesario fomentar un cambio de mentalidad, inclusiva, abierta, innovadora, que promueva el cambio y con visión prospectiva. Lo anterior permitirá maximizar sus beneficios y minimizar riesgos. Se vislumbra un crecimiento en esta tendencia y la transformación progresiva de los sistemas educativos en las próximas décadas.
Ideario en Perspectiva
Después del show que produce un vacío en la gobernabilidad de un estado, se visualiza una vez más la fragilidad de la nuestra democracia. Hace cuestionarse como es posible que un estado catalogado como uno de los más industrializados y desarrollados de México, con un importante nivel económico y una rica historia y herencia cultural, haya podido elegir a un personaje con grandes carencias democráticas y políticas, con enormes defectos personales. Por ello, es necesario insistir en la pedagogía democrática y política de la sociedad, a fin de evitar entregar el voto a quienes carecen de las habilidades administrativas, ee liderazgo, políticas y personales para dirigir gobiernos, del nivel que sea.